Debe testimoniar el desarrollo de la arquitectura, el arte, el paisaje y el urbanismo en una época
La campaña iniciada por este periódico para reclamar la declaración del conjunto arqueológico de Baelo Claudia, en Tarifa, como Patrimonio de la Humanidad, parte de dos ejes centrales.
En primer lugar se encuentra el reconocimiento internacional a los incalculables valores culturales y naturales de la comarca, que se compendian en el conjunto.
Pero, por otro lado se sitúa también el cumplimiento del conjunto monumental de la mayoría de los requisitos que la Unesco exige para otorgar tal distinción.
Para ser incluido en la lista de Patrimonios de la Humanidad, un sitio debe tener un “sobresaliente valor universal”, un concepto ambiguo y subjetivo que, no obstante, se respira en el entorno del conjunto arqueológico de Bolonia.
Pero, además, se exige que satisfaga, “al menos uno” de los diez criterios de selección de la Unesco, aspecto este en el que Baelo Claudia destaca por reunir varios de los requisitos establecidos por el organismo internacional.
Así, uno de los requisitos habla de que el sitio debe “testimoniar un importante intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, en el desarrollo de la arquitectura o tecnología, artes monumentales,urbanismo o diseño paisajístico”.
Prácticamente en todos estos aspectos, tanto en la arquitectura, como en la escultura, el urbanismo y el paisaje, Baelo Claudia constituye un enclave único en el mundo.
Otro habla de “aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida”, lo cual es extraordinario en Baelo Claudia, ya que testimonia la vivencia de la civilización romana en el contexto natural andaluz.
Otra exigencia es “ser un ejemplo eminente de una tradición de asentamiento humano, utilización del mar o de la tierra”, algo que sobresale en el conjunto tarifeño, al ser toda una ciudad enclavada en el aprovechamiento de la pesca, el mar y la naturaleza.
“Contener áreas de excepcional belleza natural” o “ser representativo de etapas de la historia de la tierra” son otros de los requisitos que se cumplen de forma asombrosa en el conjunto tarifeño.