Los alumnos de tercero, cuarto, quinto y sexto de Primaria del Colegio La Salle-Mundo Nuevo vivieron ayer una experiencia única como la de establecer, durante una hora y media (de 12.30 a 14 horas) una videoconferencia con la base militar española Gabriel de Castilla, situada en la Isla Decepción, en la Antártida. Coordinados por el profesor Antonio González, de actividades complementarias de Infantil y primaria, y por el director, José Antonio Romero, los chavales conocieron de primera mano la labor científica que realiza el Ejército español a través de preguntas que realizaron y fueron respondidas por militares y científicos. Días antes habían trabajado en clase, utilizando la red de internet para recopilar información sobre la Antártida, situación, fauna, flora y, obviamente, las misiones encargadas a los soldados españoles.
La Isla Decepción es un volcán activo que pertenece al archipiélago de las Shetland del Sur, en la zona noroeste de la Antártida. Presenta una curiosa forma de herradura y se abre al mar a través de un estrecho canal, Los Fuelles de Neptuno, formando un puerto bajo refugio natural, siendo uno de los pocos lugares donde los buques pueden navegar directamente en el centro de un volcán en actividad. Su paisaje habitual lo conforman áridas laderas de tierras volcánicas.
Se da la circunstancia que en el contingente español se encuentra el sargento primero del Ejército de Tierra, Fernando Blanco, antiguo alumno del Colegio La Salle-Mundo Nuevo y padre de dos alumnos del citado centro lasaliano. Fernando Blanco partió hacia la Antártida acompañado de otros once miembros del Ejército de Tierra, diez hombres y dos mujeres en concreto. Bajo el mando del comandante sevillano Álvaro Kromer la misión principal del grupo militar es la de prestar apoyo logístico, alojamiento y manuntención a treinta y dos científicos que, a lo largo de dos meses, llevarán a cabo diferentes proyectos aprovechando el verano austral.
Dato curioso es que además de Fernando Blanco hay otros tres andaluces en esta misión. Uno de ellos es el propio comandante, un oficial natural de Córdoba que coordina el área de comunicaciones; un cabo primero, encargado de la alimentación, que también es sevillano y el propio Fernando.
De los siete proyectos científicos  que se desarrollarán en la campaña uno de ellos pertenece a la Universidad de Cádiz, otro a la de Granada, amén de otros  de las de Barcelona, Alcalá de Henares, Autónoma de Madrid y al Museo de Ciencias Naturales y al Instituto de Ciencias de la Tierra.