Solo dos días después de comparecer ante la juez como testigo por el ‘caso de los asesores’ que juzga la sección octava de la Audiencia Provincial, la exalcaldesa socialista Pilar Sánchez volvió ayer a hacerlo pero esta vez en el proceso que instruye el Juzgado número 4 de la avenida Tomás García Figueras por el conocido como ‘caso de la Casa del Rocío’. De nuevo se repite la historia, ya que su exsocio de Gobierno Pedro Pacheco está imputado, así como otros dirigentes políticos junto con el exhermano de la Hermandad del Rocío Francisco Gómez.
Además de Pacheco, la Fiscalía Anticorrupción ha imputado a este último, así como al antiguo gerente de Urbanismo, Luis Cruz, por pagar presuntamente una remodelación de la casa-hermandad del Rocío de Jerez en la aldea de Almonte con fondos del Ayuntamiento reservados a obras menores mediante la emisión de facturas falsas en 2007. Según fuentes del caso, en su declaración Sánchez no ocultó su enemistad manifiesta con Pacheco y dejó claro que “jamás” dio la orden para que se hicieran obras en El Rocío. Además, también explicó que ni siquiera fue invitada al nuevo inmueble cuando se hizo la reforma.
Por su parte, el antiguo gerente de Urbanismo no ocultó a su salida de los juzgados su malestar por haberse visto salpicado por este proceso. “Es notable que últimamente se tome por norma el imputar a alguien que se supone que está relacionado con un caso solo para tener derecho a un abogado, con independencia de que existan razones para la acusación”, señaló.
Entre las cerca de 10 personas que declararon, también estaba el hermano mayor del Rocío por las fechas señaladas. Su abogado, Marcos Camacho, aseguró que imputaciones como las de su patrocinado “son las consecuencias de determinadas actuaciones políticas, y la última vía es la Justicia. Aquí es donde se deben dar o quitar razones; confiemos en que en todo caso se respete la presunción de inocencia”.
