El ADN de los restos del bebé del año 1987 de una familia de Arcos que fueron exhumados en mayo en el cementerio de Nuestra Señora de La Merced por orden judicial se corresponden con la de su madre, Dolores Rodríguez, y sus hermanas. Así al menos lo han certificado los resultados de los análisis realizados tras cotejar los ADN remitidos por el Instituto de Medicina Legal  después de más de un año de espera, como ha señalado a este periódico Luisa Fernanda Terrazas, vicepresidenta y representante en Jerez de la asociación SOS Bebés Robados Cádiz, que ha explicado que los denunciantes, en este caso una madre de Arcos que tuvo a este hijo junto con otro gemelo en el Hospital de Jerez “están conformes” con los resultados, lo que les permitirá al fin pasar página de una capítulo que les ha durado más de dos décadas.


El que acaba de conocerse se corresponde con la segunda de las exhumaciones practicas en el camposanto jerezano; la primera fue en marzo de 2012 y la tercera en diciembre del pasado año también. De momento, más de un año ha tenido que pasar para que estos vecinos arcenses salieran del sinvivir que estaba pasando. 


En  su caso, como ella misma explicó a los medios el día en el que se abrió el nicho en el que se enterró su hijo a los pocos días de morir, después de tener un parto de gemelos en el Hospital de Jerez, los médicos le dijeron que “estaba todo normal” pero tras avisarle de que se llevaban a su hijo -que pesó cuatro kilos- para ponerle oxígeno “ya no lo vi más”. Como relató entonces, fue a su marido al que le comunicaron que su bebé había fallecido y le mostraron a un bebé “envuelto en telas”.  Según dijo,  le pidieron “mucho dinero” para poder enterrarlo en el cementerio de Arcos y no en una fosa común del camposanto jerezano. Sin embargo, cuando su marido consiguió recaudarlo, le indicaron que “ya estaba enterrado en un nicho del cementerio de Jerez, que no tiene ni nombre ni lápida”.


Además de los resultados de las dos otras exhumaciones, en Jerez queda pendiente además la que  se pospuso el pasado octubre al requerirse un permiso de los hermanos de la madre al estar los restos del niño enterrados en un nicho familiar. La autorización de estos hermanos llegó a los pocos días, pero sigue sin fijarse fecha.


En la semana en la que SOS Bebés Robados ha firmado por fin un convenio con el Ayuntamiento destinado a agilizar los trámites y para que situaciones como las de este aplazamiento no se vuelvan a repetir, desde el colectivo aseguran que no van a parar de luchar. De hecho, aunque el juzgado ha vuelto a archivar casos, en las dos últimas semanas otras cinco familias han interpuesto cinco nuevas denuncias.