Con la que está cayendo, el verano sigue representando para muchos desempleados una oportunidad de volver a entrar en contacto con el mercado laboral, de adquirir experiencia en nuevos sectores o aportar ingresos extras a un hogar que desgraciadamente cuenta con la mayoría de sus miembros en paro. Sin embargo, lejos de lo que ocurría hasta ahora, los perfiles que más demandan las empresas que recorren a las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), como indica Silvia Corona, directora de la oficina de Adecco Jerez, son cada vez más cualificados (ingenieros, administradores bilingües, comerciales), en contra de lo que ocurría antes de la crisis económica. Y es que, mientras que hasta ahora los meses de junio, julio, agosto y septiembre suponían un revulsivo en la contratación, con incrementos de hasta un 20 o un 30% respecto al resto de los meses del año, en los últimos cinco años aunque el aumento se ha mantenido,  nada tiene que ver con las cifras de contratación de los tiempos de vacas gordas. 


Como indican desde Adecco, una de las cuestiones más llamativas radica en el perfil del demandante de empleo, ya que no deja de ser significativo el giro de 180 grados que han dado los currículos que se depositan a diario en estas oficinas. Así, si antes de la crisis el mayoritario era el de un joven estudiante que aprovechaba la temporada estival para obtener unos ingresos extras, ahora este perfil se ha diversificado incluyendo a jóvenes de 30 años, con una formación académica media-alta y con conocimientos de idiomas, amas de casa que quieren aportar un dinero extra en casa porque han aumentado las cargas familiares (hijos parados y nietos a los que echar una mano), o su marido está desempleado, inmigrantes, mayores de 45 años y parados de larga duración. 


Pero la adversa coyuntura económica también tiene cosas “buenas” y es que la formación de los trabajadores, según Adecco, también está siendo superior a la tendencia que se daba antes de la crisis, puesto que la alta tasa de paro afecta por igual a personas con formación que sin ella, por lo que no sólo los estudiantes de titulaciones medias o superiores intentan ganar un extra para esta temporada, sino también aquellos licenciados o diplomados con una dilatada experiencia profesional intentarán hacerse un hueco en el complicado mercado laboral.

puestos más demandados
Un verano más, los profesionales más reclamados para estas fechas serán los cocineros, camareros y camareros de pisos o recepcionistas de hotel con idioma, vuelven a ser los más requeridos en los negocios de restauración y hoteles, mientras que los agentes de viaje, guías turísticos, animadores socioculturales y monitores de tiempo libre serán los “trabajadores estrellas” del verano para las agencias de viaje, parques temáticos y centros de ocio, mientras que en el sector servicios la demanda se vuelve a centrar en el personal de facturación, mozos maleteros y recepcionistas de alquiler de coches. No obstante, como la directora de Adecco Jerez, debido a la inestabilidad climatológica de este último mes, en el que las temperaturas están siendo bastante atípicas, refrescando por las noches más de lo habitual y durante el día hasta hace apenas una semana, estos últimos días el sector de la hostelería ha estado “muy parado” a la hora de recurrir a empresas de trabajo temporal en busca de camareros. 
Unas circunstancias que posibilitarán que el sector se mueva más con “contratos directos” al margen de los que se muevan mediante estas oficinas. Sea como fuere, las empresas de trabajo temporal esperan crear unos 4.000 contratos en la provincia, una cifra en la tónica del pasado año que podría registrar una leve subida, según los últimos datos aportados por AGETT, la Asociación de Empresas de Trabajo Temporal.

más requisitos
Las altas cifras de parados, que en Jerez supera los 35.000 parados, balance que deberá contraerse en los meses de verano, también son directamente proporcionales al nivel de exigencia de los requisitos de contratación para los demandantes de empleo. Ya no basta tener inglés, sino tener conocimientos altos de alemán, y tampoco basta tener estudios universitarios y discretos conocimientos de idioma. Lo mismo ocurre a la hora de demandar experiencia, antes se podía optar a empleos sin experiencia previa o con una experiencia mínima y ahora incluso sólo para verano se exige hasta varios años de trayectoria.


En cualquier caso, lo importante, como aconsejan desde Adecco, es sobre todo no perder la esperanza. Así en su “decálogo” para tener opciones a trabajar en verano, desde esta empresa de gestión en RRHH, recomiendan no esperar a la llegada de los meses intensos del verano para llevar los currículos a estas oficinas, que por otro lado son las que gestionan el mayor volumen de empleo que se genera en la época estival.


Otro de los consejos es que los demandantes de empleo se muestren “comprometidos” con la temporalidad del puesto de trabajo, pues en estos momentos las empresas están con las plantillas muy ajustadas y podría ser la oportunidad de que en cualquier momento que haga falta repitan con ese trabajador que tan buenos resultados dio en verano. También conviene ofrecer una disponibilidad amplia de horario, ya que los empleos de verano suelen ser por turnos, fines de semana,  noches, y limitarla podría hacer perder opciones de cara a un futuro.
De igual manera, reflejar “gran interés” e ilusión por la vacante en los puestos veraniegos puede ser otra de las claves para que un demandante de empleo se lleve el gato al agua en la entrevista frente a otro candidato. La suerte está echada y lo importante es ser optimista y confiar en las posibilidades de cada uno.

De socorrista a economista en una sucursal bancaria, todo vale

Cristina tiene 28 años, es diplomada en Empresariales y licenciada en Económicas y estos días ha vivido pegada a un teléfono móvil a la espera de la llamada de la chica del departamento de recursos humanos de una empresa de trabajo temporal que en los dos últimos años le ha llamado in extremis para ofrecerle una sustitución de dos o tres meses, “ojala sean tres”, dice, en una sucursal bancaria. Ha estado en Rota, Trebujena, Montellano, Sevilla... destinos a los que se ha incorporado de un día para otro, pero parece que la cosa está más complicada. El resto del año, “tiro como puedo” dando clases clases particulares a alumnos de primaria y aprovechando citas como el Gran Premio de España o otras cosas puntuales para sacarse un extra, lo cual cada vez es más difícil. Hasta ahora no ha habido suerte y eso que la chica, que ya le conoce, le ha llamado para preguntarle si pueden contar con ella porque su perfil encajaría con lo que se pide si bien las sucursales cada vez se cuidan más de exprimir a los trabajadores fijos de todo el año, con el consiguiente perjuicio para ellos mismos y para los clientes. “Estos dos últimos años me han avisado con un día o dos de antelación, pero ya ni eso, antes de ayer (por el jueves) me volvieron a llamar para decir que contaban conmigo, pero no me han ofrecido nada y el lunes estamos a día 1, como no me llamen para un mes”, explica decepcionada.

sus “mejores” vacaciones
Como se teme lo peor, ya ha empezado a “buscarse la vida” y tirar de más clases particulares captando nuevos alumnos si hace falta. En el otro extremo está Carlos, de 19 años, acaba de hacer selectividad, quiere estudiar Antropología y sus padres están en paro. Tendrá beca, o eso espera, porque su nota de acceso a  Selectividad es del 7,5 pero necesitaba volver a trabajar de repartidor de una conocida hamburguesería  o de socorrista.
Al final será lo segundo, de nuevo ha sido a través de una empresa de trabajo temporal. “Dentro de lo que cabe no me puedo quejar, voy a estar en un hotel fresquito y sobre todo voy a poder ahorrar algo porque sino la cosa se iba a poner muy chunga”. No hay vacaciones ni tiempo para escapadas con los amigos, “ni celebrar Selectividad he podido”, pero se le ve contento. Y es que para algunos estos trabajos y sustituciones veraniegas son sus mejores vacaciones.

Salida masiva a por una oportunidad laboral

Partiendo de la premisa de que la provincia de Cádiz cuenta con más de 200.000 desempleados inscritos en las listas del Servicio Andaluz de Empleo o que los últimos datos de la Encuesta sobre la Población Activa (EPA) establecía que el paro afecta a más del 40% de los gaditanos en edad de trabajar, parece lógico entender que los gaditanos salen en masa de la provincia con la intención de conseguir mejores oportunidades laborales y que Cádiz no resulta atractiva para recibir a gente de fuera ya que éstos no creen que sea buen lugar para encontrar empleo.


El brutal éxodo gaditano por causas laborales durante el primer trimestre del año 2013 se encuentra documentado en un estudio llevado a cabo por la empresa de soluciones de Recursos Humanos Randstad sobre movilidad laboral y basado en los datos recogidos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Dicho análisis pone de manifiesto que Cádiz es la primera provincia en España en el ránking de movilidad laboral en lo que a saldo negativo respecta, ya que un total de 12.385 gaditanos salieron de la provincia durante el primer trimestre del año en busca de mejores perspectivas laborales.


Del escaso atractivo que tiene la provincia en el efecto llamada para aquellos que quieren probar fortuna laboral da fe el dato de que tan solo 5.327 personas de otras provincias se acercaron a Cádiz para este menester.
De todo lo anterior resulta un saldo negativo de 7.058 personas, restando los que salieron y los que entraron en Cádiz.
A la hora de hablar de sectores, es el servicios  el que más gaditanos hace salir de las fronteras de la provincia, ya que un total de 6.297 personas salieron por las 2.773 que entraron durante los tres primeros meses del año, con lo que se genera un saldo negativo de 3.524 trabajadores.

HOMBRE DE 25 A 44 AÑOS
La provincia resulta, a tenor de este análisis, la primera en cuanto a saldo negativo por razón de movilidad provincial, estudio que sitúa a Madrid como líder en cuanto a personas que salieron y entraron, con un total de de 27.369 y 59.949 personas respectivamente. La capital de España también se sitúa en primera posición en saldo positivo de movilidad durante el primer trimestre del año, con +32.580.


A la hora de hablar de un perfil, el mayoritario de los trabajadores que se desplazan es el de un hombre (65,4%)  de entre 25 y 44 años, con estudios secundarios, que se dirige a ocupar puestos en las actividades relacionadas con el turismo y el comercio y en la construcción.