La crisis institucional del Jerez Industrial se cerraba en la noche de este lunes con la presencia de Carlos Ernesto, el hombre milagro, en una reunión con los dirigentes del club en la que le ofrecieron su retorno al banquillo blanquiazul, pero explicándole todos los problemas por los que está atravesando la entidad a nivel de campos de entrenamientos, de horarios y de otra índole. Se le quería dejar todo muy clarito al que fuese jugador de Xerez, Deportivo o Castellón, entre otros, para que asuma su responsabilidad sabiendo desde el primer momento donde se mete.
La intención es que Fontana dirija ya el primer entrenamiento de la semana y que se marque como objetivo quedar lo más arriba posible ya que, tal y como está la clasificación, parece imposible luchar por algo más. Obviamente lo primero que hay que certificar es una permanencia que, con los últimos marcadores, está un poco en entredicho ya que los equipos de abajo están cada vez más cerca.
De esta guisa se quiere cerrar una crisis de resultados y de problemas internos que, en primer lugar, condujeron a la dimisión irrevocable de José Antonio Luna y, posteriormente, a la presencia como primer técnico de Juan Tapias, que se sentó en el banquillo en el partidillo de Los Cortijillos y este último domingo en Chapín, ante la Bazán. La intención era mantener la confianza en el que comenzó la campaña como segundo entrenador, pero las reuniones que existieron en el vestuario al finalizar el encuentro llevaron consigo la destitución de Tapias.
El Jerez Industrial se encuentra en estos momentos en novena posición, con 22 puntos, a diez de distancia de la zona de ascenso y solo cinco por encima de la de descenso que, en estos momentos, la marca el Chipiona con 17 puntos y un encuentro menos jugado que los industrialistas.
El próximo fin de semana el cuadro jerezano viajará a Sanlúcar para enfrentarse a la Unión Deportiva Algaida, equipo que se encuentra en décima posición con los mismos puntos que el Industrial, es decir con 22.
En cuanto a la plantilla lógicamente deberá ser el nuevo entrenador quien decida si hay salidas.