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Jerez

El barrendero de mi barrio

Cosas veredes, que es una expresión equivalente ¡a lo que hay que ver¡ como ese barrendero anónimo que hay en mi barriada

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Cosas veredes. ¿Qué significa realmente cosas veredes? ¿Qué se quiere transmitir en esta expresión? Con ella señalamos con perplejidad o sorpresa cosas que ocurren a nuestro alrededor, y por tanto, sería una expresión equivalente a ¡Lo que hay que ver!.  Escrito queda para aquellos o aquellas que no entendían tal expresión salida en un momento de arrebato ante algo insólito. Y algo insólito es lo que muchas veces vemos a nuestro alrededor y pasamos de ello olímpicamente. Verán, en mi barrio, hay un barrendero. Un barrendero que trabaja doce de las veinticuatro horas del día. Haga frío o haga calor. Ya pueden ser las 10 de la mañana que las cuatro de la tarde. Y lo hace sin traje de faena, sin guantes, a pecho descubierto. Yo diría que incluso feliz dentro de su segura pequeñez mental. No hace mal a nadie, pero evidentemente no pasa desapercibido. Con sus manos va recogiendo palmo a palmo todos los papeles, colillas y demás que se encuentra en el suelo, con sus manos va incluso a los buzones de publicidad y los vacía, con sus manos carga con las bolsas de basura de determinados establecimientos para tirarlas a los contenedores. A muchos les invade una sensación extraña que les lleva a invitarles a una coca cola y otros pasan de él. Es un hombre singular, tremendamente delgado, no habla, solo se dedica a recoger la basura que otros tiran sin miramientos. Lucha, desde su casi segura endeblez mental, por un barrio más limpio. Como Emilio El Guardia, ahora en la Residencia de La Granja, luchaba por un Jerez con mejor circulación. Son esas cosas insólitas que no dejan de sorprendernos. Quizá algún día una asociación de vecinos tenga que ponerle una escoba y un recogedor para que ese hombre, el barrendero de mi barrio, no se manche las manos. Tal vez algún día no haya que invitarlo a un coca cola, sino hablar con alguien que le lleve a tratar esa obsesión por la limpieza que tiene desde que amanece hasta que anochece. Cosas veredes como cuando  Rodrigo Díaz de Vivar le dijo a Alfonso VI: Muchos males han venido por los reyes que se ausentan... y el monarca contesta: Cosas tenedes, Cid, que farán fablar las piedras.  

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