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Protesta vecinal por la situación del servicio de la piscina municipal

Las instalaciones vuelven a ofrecer desde hoy los servicios de hidroterapia

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  • Numerosos afectados por el servicio de la piscina se concentraron ayer y recogieron firmas -
  • El Ayuntamiento no garantiza los pagos a la empresa concesionaria
Un grupo de ciudadanos se concentraron ayer en la puerta de la piscina municipal e impedían al alcalde, Fernando Palma, y al delegado de Deportes, Antonio Calero, que accedieran a las instalaciones, lo que motivó la presencia de la Guardia Civil.

El malestar vecinal era latente tras la denuncia del sindicato CCOO contra la empresa concesionaria del servicio de la piscina, Ociosur, por “cerrar la instalación los fines de semana y recortar el horario de lunes a viernes, además de haber reducir un 15% de la nómina de la plantilla y rebajar las horas de contratación”.

El alcalde informó a los vecinos que estaba prevista ayer mismo una reunión con la empresa para abordar el asunto, por lo que les pidió que, si bien mantuvieran la concentración, no impidieran el paso de las personas. Obtenido el compromiso, Palma se lo comunicó al mando de la Guardia Civil, que decidió retirar sus fuerzas, aunque quedó en el lugar una pareja de la Policía Local.

Además, el primer edil entregó al secretario general del Ayuntamiento las firmas que los afectados recogieron a las puertas de la piscina, a fin de que éste levantara un informe de la situación.

Posteriormente, el alcalde mantuvo una reunión con los responsables de la empresa a fin de aclarar la situación, en la que se acordó restablecer el servicio de hidroterapia que impartía a una decena de enfermos y que había sido suprimido por diversos problemas entre Ociosur y el Ayuntamiento. Palma pedirá al Servicio Andaluz de Salud que asuma los costes del servicio que se efectúa por prescripción facultativa.

Por otro lado, hasta el próximo mes de septiembre, técnicos municipales elaborarán un informe y buscarán soluciones al elevado consumo de energía de la instalación que hace que la piscina no sea rentable. El problema técnico será analizado para su reducción y se verá quién debe hacerse cargo del exceso de consumo.

El alcalde se mostró receptivo ante las demandas de la empresa y el Ayuntamiento aseguró que intentará ajustarse a los pagos que deben hacerse por parte de la institución municipal, “aunque dada la situación económica del Consistorio, esto no ha podido garantizarse”. A primeras horas de la tarde, Palma contactó con un portavoz de los afectados y le trasladó la decisión adoptada por el Ayuntamiento en el conflicto.

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