El Pleno municipal aprobó ayer el presupuesto de 2016, que si todo transcurre con normalidad entrará en vigor el próximo 26 de diciembre, apenas unos días antes de que expire el ejercicio y el documento deba ser nuevamente prorrogado.
La sesión plenaria más importante del año apenas se prolongó por espacio de una media hora y no aportó ningún tipo de sorpresa. Los presupuestos salieron adelante gracias al voto favorable de PSOE, Ciudadanos e IU y la abstención de Ganemos.
La única novedad con respecto al debate de la pasada semana vino dada por los reproches que se hicieron los propios socios de investidura. Especialmente beligerante fue el portavoz de IU, Raúl Ruiz-Berdejo, con los concejales de Ganemos, a quienes responsabilizó directamente de haber generado “inquietud e incertidumbre” en la ciudad y acusó de “insultar a la inteligencia” al justificar el pase a la abstención “con la excusa de que se les había ocultado información”.
El portavoz de Ganemos no le fue a la zaga, Santiago Sánchez, incidió en los argumentos ya esgrimidos el martes en rueda de prensa, consideró “mezquino” que se trate de responsabilizar a esta formación de que el Consistorio haya llegado a una “situación límite” y lamentó que “otra vez” el Gobierno local haya tratado de “resolver un tema de importancia a última hora y utilizando a colectivos en situación límite”, con la única diferencia de que “esta vez, los responsables de toda esta situación, tienen palmeros”, en clara alusión a IU.
Insisten en los ceses
Sin embargo, poco después quedaría claro que IU no está dispuesto a asumir ese papel. Fue el portavoz adjunto del PP, Antonio Saldaña, quien expresó su sorpresa por el hecho de que Ruiz-Berdejo haya pasado en poco tiempo “de pedir una moción de confianza a aprobarle los presupuestos al Gobierno sin condiciones”. Y ahí intervino el propio portavoz de IU, dejando claro que esta formación política sigue pidiendo “la dimisión del Gobierno” y que “lo único” que ha hecho ha sido “aprobar un presupuesto”.
Sea como fuere, el caso es que ni Ganemos ni IU salieron precisamente en defensa de la gestión del Gobierno y que incluso el teniente de alcaldesa de Economía, Santiago Galván, puso en evidencia el argumento con el que Ganemos había justificado su abstención negando que en el Pleno de la semana pasada se ocultara información a los grupos.
El PP quedó como único referente de la oposición, lo que le permitió arremeter contra unos y otros casi por igual. Saldaña criticó que en estos últimos días se haya “utilizado de manera flagrante no sólo a los trabajadores -en alusión a la plantilla del Villamarta- sino a la ciudad”. “Lo positivo que sacamos de estos días es que se ha descubierto que el PSOE miente sistemáticamente. Primero dijo que no se podían hacer modificaciones presupuestarias porque la ley lo impedía; luego dijeron que sí se podía pero que no había crédito; y más tarde que sí había crédito pero que había que destinarlo a otras cosas”, explicó.
El portavoz del PP vaticinó además que los presupuestos que se han aprobado ahora “seguirán vigentes en 2017 y 2018”, amparándose en las palabras de la propia alcaldesa, Mamen Sánchez, que ayer en el Pleno reiteró que el presupuesto de 2017 “será duro”, expresando su deseo de que el Ministerio de Hacienda sea “bondadoso” con el Ayuntamiento.
Galván agradeció la abstención final de Ganemos, una formación a la que invitó a participar en “unas jornadas” para comprobar “qué diferencias hay” entre el presupuesto que habían consensuado con el Gobierno y el que finalmente han aprobado.
Carlos Pérez, de Ciudadanos, se limitó a recordar que su apoyo a los presupuestos es un ejercicio de “responsabilidad” que trata de “desbloquear” la situación “que ha creado el PSOE” y recordó a la alcaldesa el “compromiso” que ha adquirido con esta formación de aprobar el presupuesto de 2017 “antes del 31 de marzo”.
El presupuesto de 2016 será ahora publicado en el BOP, iniciándose un periodo de exposición pública de 15 días. En caso de que no se presenten alegaciones que obliguen a modificaciones de calado, el documento podría entrar en vigor el 26 de diciembre. Apenas una semana después acabará su vigencia y será automáticamente prorrogado, al igual que ocurrió el 1 de enero con el de 2015.