El más grave de los escollos para que el recinto veas la luz es el económico. El Ayuntamiento adeuda todavía algo más de un millón de euros a la empresa constuctora a la que se adjudicaron las obras, la malagueña Guamar. Pese a que como informaba ayer a este diario el concejal Jesús Mayoral, el Ayuntamiento ha hecho efectivo en fechas recientes el pago de 380.000 euros pertenecientes a la mencionada deuda, aún queda por abonar la mayor parte de la misma.
No obstante, el edil de Economía y Hacienda y Recaudación reiteró que el Consistorio tiene como su máxima prioridad los trabajos en este centro de salud, y que en 2010 “es una de las obras que tenemos como prioritarias”, hasta el punto de que el año que viene sólo hay previsto continuar con las del Plan E “y si hay dinero municipal, se va a dedicar al centro de salud”, remarcó. Todo ello, comentó Mayoral, con objeto de que “es una de las obras que queremos terminar antes de que acabe la legislatura”.
Además, en el mes de mayo de 2009 se dio a conocer otro problema que habría tenido la culpa de la paralización en diciembre de 2008. Se trataba de una irregularidad que dio lugar al retraso en la correspondiente concesión de la licencia urbanística. Así lo indicó el pasado 6 de mayo el alcalde, Fernando Palma. Además del retraso, la revelación de estas informaciones dieron lugar a una nueva guerra dialéctica con el PSOE.
Enfrentamiento político
El alcalde, Fernando Palma, efectuó nuevas declaraciones el pasado 9 de mayo en las que responsabilizaba personalmente al secretario local del PSOE, Juan Carlos Ruiz Boix, del parón en el centro de salud. Palma explicó que “cuando Ruiz era concejal de Economía y se recibió el dinero adelantado por la Junta, no lo pagó a la empresa, sino que lo utilizó para otros fines”. En concreto, aseveró que “de los 600.000 euros que se recibieron para financiar esta obra Ruiz Boix entregó sólo 240.000, usando el resto para otros menesteres”, algo que “es ilegal, pero no regular, porque ahora la empresa no tiene dinero para terminar la obra”, sentenció.
El PSOE local afirmó también que el proyecto era “una apuesta del PSOE local en el tiempo que formó parte del Gobierno Municipal, así como de la Junta de Andalucía”, y que la culpa del retraso la tenían la concejala tránsfuga Rosa Macías y el edil de Urbanismo, José Antonio Ledesma, que cuando éste último era alcalde accidental “administraban de forma sesgada y discriminada el ordenamiento de pagos al Ayuntamiento”, siempre según la versión del grupo socialista de San Roque.
Los socialistas responsabilizaban también entonces al gobierno municipal de que no se hubiesen reanudado las obras, que entonces “tenía ya preparado el pago de la paga extraordinaria del mes de julio, y no ha incluido entre sus prioridades de pago algo tan necesario ybásico como la consturcción de un nuevo centro de salud y su entorno”.
Por su parte, la Gerencia Municipal de Urbanismo abordó al día siguiente de las primeras afirmaciones de Palma la irregularidad que paró la obra de cara a agilizar la licencia urbanística necesaria y la apertura de las instalaciones sanitarias, por lo que el tema legal ya está solucionado.
El Centro de Salud que se está construyendo en San Enrique ofrecerá servicios de atención primaria y urgencias para todas las poblaciones ubicadas en la zona que abarca el valle del Guadiaro (San Enrique, Pueblo Nuevo, Guadiaro, Torreguadiaro y Sotogrande).
Además, proporcionará atención de emergencia para las localidades de San Martín del Tesorillo, en Jimena; y El Secadero, en Casares, por lo que muchas poblaciones están afectadas por el desarrollo de los trabajos.
Proyecto
El presupuesto de la obra en cuestión asciende a 1,8 millones de euros, con un periodo de ejecución de 18 meses por parte de la empresa malagueña Guamar. El Ayuntamiento aportó el suelo y financiaría el 60 por ciento del coste total de la obra, corriendo a cargo de la Junta de Andalucía el 30 por ciento restante. Toda esta financiación no ha sido suficiente para evitar la falta de pagos a la empresa constructora, que ha sido el detonante definitivo, junto a una irregularidad, de la parada.
