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Dos lechuzas blancas, las nuevas compañeras de clase en un instituto de Torrox

El IES Alfaguar ha puesto en marcha un proyecto educativo y medioambiental innovador con la acogida y crianza de estas aves para reintroducirlas en su hábitat

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  • Los dos inquilinos especiales. -
  • Los dos pollos machos, Abul y Abe, proceden de Portugal y llegaron a Torrox con apenas 20 días de vida

Dos lechuzas blancas forman parte de la comunidad educativa del IES Alfaguar de Torrox, que ha puesto en marcha un proyecto educativo y medioambiental innovador con la acogida y crianza de estas aves para su posterior reintroducción en su hábitat natural, con el objetivo de recuperar una especie que ha perdido más del 60 % de su población en los últimos años.

'Alas sabias' es el nombre de esta iniciativa, que busca dar un hogar temporal a los ejemplares jóvenes de lechuza blanca, que se encargan de cuidar los estudiantes de cuarto curso de la ESO de este instituto con la ayuda sus profesores.

Así, bajo la coordinación del profesor de Biología Carlos Castillo, se han ubicado dos pollos machos en una caja nido, que serán alimentados en la azotea del instituto hasta que sean independientes.

"Los estudiantes están aprendiendo biología de primera mano y, sobre todo, estamos dando una lección a la naturaleza, volviendo a recuperar esa lechuza blanca que ha formado parte de nosotros", explica a EFE el alcalde de Torrox, Óscar Medina, que califica el proyecto de "precioso y de mucha responsabilidad".

El edil destaca la importancia de "generar un impacto positivo" en la conservación de estos "depredadores naturales de ratones y ratas para que el ecosistema funcione como ha funcionado siempre", ya que son los mejores raticidas, capaces de cazar mil ratones al año y erradicar plagas sin necesidad de productos químicos.

Las crías Abul y Abe

Los dos pollos machos, Abul y Abe, proceden de Portugal y llegaron a Torrox con apenas 20 días de vida. Viven en la azotea del instituto en una caja nido videovigilada las 24 horas, donde son alimentados y controlados para que, cuando echen a volar, puedan explorar el entorno y volver si lo necesitan a por alimento hasta que sean independientes.

De esta manera, según argumenta a EFE el profesor Carlos Castillo, impulsor de la iniciativa, la lechuza blanca o común (Tyto alba), amenazada principalmente por envenenamientos y la alteración de su hábitat, tendrá más posibilidades de sobrevivir al no estar tan expuesta a las amenazas del medio.

"Lo que nos ayudó a seleccionar la lechuza blanca es que es una especie cada vez menos frecuente y menos vista en la comarca de la Axarquía, así como la posibilidad de reforzar esa población a la que se le ha perseguido muchísimo y está bajo mínimos", señala Castillo.

El profesor incide en que este tipo de especies son las "grandes olvidadas" en términos de conservación respecto a otras como el quebrantahuesos o el lince ibérico, que si bien son "de bandera, maravillosas y necesarias", no deben propiciar que se deje de lado la protección de las más "comunes o cercanas", que "van desarrollando extinciones silenciosas".

Para Carlos Castillo, el alumnado es "el alma, la razón y el motor de este proyecto", que pretende hacer ver, entre otras cuestiones, que la lechuza "es una especie muy amenazada con más del 60 % de su población perdida en los últimos años".

"Es fundamental que las nuevas generaciones tomen conciencia y se comprometan" con proyectos medioambientales como este, subraya el profesor.

Implicación del alumnado

Antes de que se pusiera en marcha el proyecto 'Alas Sabias', el alumnado del IES Alfaguar fue preparando el terreno para hacerlo posible, implicándose en la búsqueda de financiación y permisos, habilitando el hábitat de madera para las aves o difundiendo el proyecto en redes sociales. Ahora, además, es el encargado de su mantenimiento y alimentación.

El objetivo era que los jóvenes sintieran la iniciativa como "algo suyo, no ajeno o impuesto", que les implicara directamente y les generara "una sensación de conexión o unión con la especie y estos pollos, que se han convertido casi en ahijados para ellos, al ser sus responsables directos".

"Si la conservación no tiene ese punto divertido y atractivo realmente va a ser muy complicado conectar con una generación que está hiperestimulada con TikTok y demás", recalca el profesor de Biología.

El alumno Iván Paniza, uno de los cuidadores de Abul y Abe, asegura a EFE que asume el reto "con mucha ilusión" y que existe una implicación "total" de los compañeros de clase. El maestro, afirma, "no interviene casi nada" en el día a día con el fin de darles libertad y autonomía en la gestión y el cuidado de las lechuzas.

El Ayuntamiento de Torrox y el IES Alfaguar celebran la acogida que ha tenido la iniciativa entre el alumnado y esperan que tenga futuro en ediciones posteriores para que la población de lechuza común se vaya recuperando en la zona.

"Es una idea que nace de un profesor y de sus alumnos y que va a ser un antes y un después; creo que nos van a imitar", sostiene el alcalde, que defiende la necesidad de que las administraciones públicas se impliquen en proyectos de este tipo para garantizar la supervivencia de animales como las lechuzas, "que han estado siempre con nosotros y que, por desgracia, han ido desapareciendo con la masificación y la contaminación". 

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