La Fiscalía malagueña ha elevado
a 22 años de prisión la petición de pena
al joven que mató presuntamente a otro, de 19 años, con una puñalada en el corazón, después de que estuviera a punto de atropellarlo en un paso de peatones en la localidad malagueña de
Estepona en noviembre de 2020.
El fiscal en sus conclusiones provisionales había solicitado una condena de
16 años por un delito de homicidio pero tras la vista oral ha modificado su escrito y ha pedido la misma pena que la acusación particular, que representa la letrada, Rocío Amigo, que siempre mantuvo que el crimen fue un
asesinato con alevosía, según han informado a EFE fuentes judiciales.
El procesado también está acusado tanto por el fiscal como la acusación particular de un delito de
hurto de placas de matrículas y falsedad en documento oficial.
La
defensa solo ha pedido que su cliente sea condenado a un año y tres meses de prisión por considerar que cometió un
homicidio imprudente.
Durante el juicio popular
el acusado reconoció los hechos pero alegó que fue un error y que no tenía intención de matarlo, que había estado toda la noche
sin dormir y que había
bebido y consumido drogas.
Asesinato y no homicidio
En el relato acusatorio, al que ha tenido acceso EFE, se mantiene que la víctima
le recriminó que estuviera a punto de atropellarlo pero el hoy acusado, un ciudadano británico de 21 años, le respondió con la bocina del coche y seguidamente siguió su camino en su vehículo, pero posteriormente
decidió volver a por él y acabar con su vida.
La discusión de tráfico fue presenciada por un vecino que le preguntó a la víctima si lo conocía y le contestó que no, y
siguió con sus compras sin pensar que más tarde iba a volver a buscarlo. El joven había bajado a la calle
a comprar un detergente que le había pedido su madre.
El acusado supuestamente
lo buscó por la zona y, cuando lo encontró, aceleró el coche y provocó que otro vehículo que iba por la vía tuviera que frenar para evitar una colisión.
Cuando llegó a su altura, el coche
derrapó al frenar de golpe y la víctima se vio sorprendida y sin posibilidad de defensa, momento en el que el acusado
se bajó del vehículo, no sin antes coger un arma blanca que portaba.
Experto en boxeo
Sin mediar palabra "y a traición", según la acusación, primero le propinó
una patada profesional, abusando de su condición física y sus conocimientos de boxeo, técnica de combate de la que es entrenador personal, para evitar cualquier defensa por parte de la víctima y,
tras varios puñetazos, le apuñaló directamente en el corazón, sin posibilidad de defensa.
La acusación particular, ejercida por la letrada Rocío Amigo, destaca en su escrito acusatorio, al que ha tenido acceso EFE, que
el joven no podía esperar en modo alguno el sorpresivo ataque por un incidente menor previo ni que el conductor tras dicho enfrentamiento verbal fuera a volver para atacarle minutos más tarde.
La abogada señala que el joven recibió el ataque de manera inesperada cuando se encontraba tranquilamente haciendo sus compras, sin figurarse que iba a ser objeto de la agresión y además con el
agravante de la condición física del acusado y sus conocimientos expertos de boxeo.
Una vez apuñalado,
lo dejó tirado en el suelo, desangrándose, y murió.
El agresor, que ya había sido detenido en una ocasión previa por tráfico de drogas y también fue sancionado por portar un arma blanca,
huyó y tras un plan premeditado de ocultación y huida, se deshizo de la navaja, llevó a su novia a casa de sus padres,
limpió el coche y tras sustraer unas placas de matrículas, las cambió por las suyas y encargó a una empresa el traslado de su vehículo a Inglaterra, donde
escapó en avión vía Portugal, hasta que fue detenido.