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Málaga

A once metros de la gloria

Nuevo punto para el Málaga CF, que empató sin goles ante el Real Oviedo. Antoñito Cordero falló un penalti en el 106' que habría supuesto la victoria

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Ni de penalti se libra el Málaga de los empates. El equipo de Sergio Pellicer tuvo en las botas de Antoñito Cordero el tercer triunfo de la temporada, pero el canterano falló un penalti en el minuto 106, tras una jugada rocambolesca. 

No hubo ocasiones durante los primeros diez minutos de partido. El Málaga controlaba el balón, mientras que el Oviedo se mantenía contemplativo en su campo, sin sufrimientos.

Todo esto pudo cambiar de un plumazo en el 13'. Un córner botado por Santi Cazorla llegó a Dani Calvo en el segundo palo. El central regateó dentro del área y se sacó un tiro que despejó Manu Molina sobre la misma línea de gol, salvando lo que era el 0-1.

Los asturianos comenzaron a estirarse. Ilyas tuvo de nuevo el gol dos minutos más tarde, con un chut cruzado que no encontró portería. Daba la sensación de que, con muy poco, los de Javi Calleja eran capaces de hacer daño.

En la otra área, Dioni comenzaba a tener sus más y sus menos con los defensas rivales. El malagueño reclamó dos faltas en sendos contraataques que no consideró como tal el árbitro riojano Sesma Espinosa.

El Oviedo seguía a lo suyo, haciendo daño cada vez que llegaba. Sebas Moyano recortó dentro del área y su tiro a bocajarro con la derecha se encontró con el pie de Alfonso Herrero.

Se calentó el partido instantes después, cuando los locales reclamaron un penalti sobre David Larrubia que el colegiado no señaló. La Rosaleda comenzaba a jugar su encuentro particular.

Pese a que ninguno de los dos equipos creaba excesivo peligro, la mayoría de ocasiones seguían llegando del lado visitante. Sibo probó a Herrero con un flojo disparo desde la frontal del área que no supuso ningún problema para el portero toledano.

No pasó mucho más en la primera parte, a decir verdad. Una tarjeta amarilla para Carlos Puga por una entrada a destiempo, un el cambio de Pomares por Alhassane por lesión del primero y pare usted de contar. 0-0 y todo por resolverse en la segunda mitad.

Los segundos 45' arrancaron con una nueva oportunidad del Oviedo. Una pérdida en campo propio del Málaga propicio que Alemao se plantase en el área. El tanque brasileño ejecutó un potente zapatazo al que respondió Herrero con otra parada de mucho mérito.

La polémica estuvo servida poco después, tras una acción del propio Alemao dentro del área, en la que reclamó penalti de Galilea. No lo consideró como tal el trencilla, para desesperación del delantero.

El Málaga era incapaz de pisar área rival. Alemao seguía a lo suyo, intentándolo una y otra vez, con osadías como una chilena desde el punto de penalti que habría sido merecedora del premio Puskas. Probablemente, lo más destacable fue la salida del terreno de juego de Santi Cazorla, acompañada de una sonora ovación.

La parsimonia malaguista en ataque se esfumó de golpe y plumazo con un tiro de Dioni desde fuera del área. El cuero cogió la rosca necesaria para convertirse en el gol de la jornada, pero Aarón Escandell sacó una mano milagrosa para enviar el balón a saque de esquina.

Alfonso Herrero salvó el enésimo gol ovetense con una parada a un tiro raso de Hassan. Martiricos se puso a corear el nombre del guardameta como si no hubiera un mañana, conscientes de que, de no ser por él, el partido se habría perdido.

Paraschiv tuvo una de las más claras en el tiempo añadido. Se plantó solo ante Herrero y su disparo salió rozando el palo. Los visitantes gozaron de las mejores ocasiones, pero nadie fue capaz de perforar la portería contraria.

La locura llegó en el último suspiro. El árbitro añadió nueve minutos, pero las constantes interrupciones hicieron que se alargase más de la cuenta. La última acción del encuentro fue una falta a favor del Málaga que terminó en el área asturiana. Oier Luengo agarró claramente a Einar Galilea cuando este se disponía a rematar a puerta.

El árbitro no lo vio en primera instancia, pero el VAR lo llamó a filas. Señaló penalti y Antoñito Cordero asumió la responsabilidad. Esta vez, salió cruz. Escandell adivinó las intenciones del jerezano, que se quedó con las ganas de escribir una nueva línea de oro en su corta historia.

Son ya siete los empates que suma el Málaga CF tras diez partidos disputados. 13 puntos, que no están mal, pero comienza a urgir una victoria que no llega desde el pasado 14 de septiembre.

 

Vídeo:Lola Morales 

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