El Málaga CF informó este lunes de que colabora "estrechamente" con la Policía Nacional para tratar de identificar al aficionado que apuntó con un puntero láser al árbitro de su partido del domingo en La Rosaleda contra el Zaragoza (1-2) y al portero visitante, al enfrentarse por ello a una sanción de entre 3.000 y 60.000 euros.

Por este hecho, precisa en un comunicado el club andaluz, el colegiado Oliver de la Fuente Ramos tuvo que detener el juego dos minutos, del 28 al 30 del encuentro, al observar a un aficionado ubicado en la grada de detrás de la portería izquierda, según se sale del vestuario, "enfocar con un puntero láser sobre los ojos del portero visitante (Gaëtan Poussin) y del árbitro principal".

Esta circunstancia, y el consiguiente apercibimiento de suspensión del encuentro, fue comunicado al delegado del campo, además de que se informó por megafonía del incidente, que fue recogido en el acta por el colegiado del Comité de Castilla y León.

Según el Málaga, esta infracción está considerada como "grave" y si la persona responsable no fuera identificada, sería el propio club el que "asumiría el coste de la posible sanción impuesta, con el consiguiente perjuicio económico que ello conlleva".

"El Málaga CF está colaborando estrechamente con la Policía para identificar a la persona a través de los medios de grabación audiovisuales y fotográficos disponibles, además de las cámaras de seguridad interna del estadio de La Rosaleda", recalca en su escrito la entidad blanquiazul.

En función de la gravedad de la conducta y de su trascendencia en el evento deportivo, el artículo 24 de la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte prevé sanciones de tres tipos: leve, grave y muy grave.

En este caso, según el Málaga, podría ser calificada como grave y conllevaría una sanción "de 3.000,01 a 60.000 euros y/o prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un período comprendido entre seis meses y dos años".

Además, por su normativa interna, el club malagueño puede sancionar al responsable con la suspensión de los derechos de socio y prohibición de acceso a todas sus instalaciones por un tiempo de hasta seis meses, o de cuatro a dieciocho partidos que el primer equipo dispute como local, precisa en su comunicado.