La directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Elena Ruiz, y el delegado del Gobierno en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, han presentado hoy en Málaga la campaña #AcudeEscuchaAcompaña, una iniciativa de sensibilización en materia de violencia sexual dirigida a la población en general, con el fin de promover el apoyo a las víctimas y el rechazo a toda actitud machista que justifique a los agresores.
Elena Ruiz ha aprovechado la presentación para hacer “una llamada a todo el ámbito judicial para que trabaje desde una conciencia de género” que permita dar credibilidad a las víctimas y no minimizar la actitud de los agresores, porque sólo así “se contribuirá a respetar los derechos más fundamentales de las mujeres, y éstas dejarán de ser consideradas socialmente como objetos sexuales y ciudadanas de segunda”.
Por su parte, José Luis Ruiz Espejo ha señalado que “hay que acabar con esa parte de tolerancia social aún existente, que consiente o calla ante el maltrato y la violencia sexual, porque sólo así vamos a conseguir avanzar en la erradicación de este gravísimo delito que atenta contra la libertad sexual y la dignidad como personas”.
En este sentido, ha asegurado que “no hay justificación, no hay atenuantes, el culpable únicamente es el agresor y en ningún caso la víctima, no hay momento ni circunstancia que sirva de excusa. Esta realidad todavía es necesario asentarla con mayor firmeza en la conciencia colectiva”.
La campaña da difusión de todos los servicios que se prestan en Andalucía para atender a las víctimas de la violencia sexual, una red de recursos a la que este año se ha sumado el Servicio de Atención Inmediata a Mujeres en caso de Agresiones Sexuales, un nuevo servicio de atención psicológica y jurídica urgente que se activará ante las llamadas por agresiones sexuales recibidas a través del Teléfono de Información a la Mujer (900 200 999).
El nuevo servicio, que es gratuito, anónimo y confidencial, funcionará de jueves a domingo y días festivos, con el fin de dar cobertura a las víctimas durante los días de mayor riesgo, dado que la mayor parte de las agresiones sexuales se producen en el marco de fiestas locales y salidas nocturnas. Según ha explicado la directora, el servicio lleva como lema #DETULADO, “para recordar a las víctimas que estamos de su lado, para apoyarles, darles la mano y acompañarles desde el instante en el que piden ayuda”.
Esta atención telefónica especializada, que contempla el desplazamiento de personas expertas en caso necesario, está conectada con el Servicio de Información Jurídica, Asistencia Legal y Atención Psicológica a Mujeres Víctimas de Abusos y/o Agresiones Sexuales, al que se derivarán las víctimas que lo necesiten tras esa atención inmediata.
El servicio de atención jurídica y psicológica ha atendido durante 2017 a 200 mujeres víctimas de agresiones y/o abusos sexuales en Andalucía, 18 más que en 2016, lo que supone un aumento del 9,8%. Para la directora, “este dato refleja que este problema social, que es un tipo de violencia machista y uno de los mayores delitos contra las mujeres, está lejos de desaparecer, como se observa a nivel mundial", por lo que ha hecho una llamada a toda la sociedad "no a sólo denunciar cualquier tipo de agresión sexual, sino también a promover el respeto y rechazar toda actitud machista que perpetúe el rol de la mujer como objeto sexual”.
Por ello, la campaña presentada recuerda que la violencia sexual se sigue explicando desde análisis sexistas y mitos que perpetúan la violencia estructural contra las mujeres y que conceden justificación a los agresores, por lo que hace una llamada a la concienciación y al apoyo a las víctimas.
Para ello, la campaña, que se desarrollará a lo largo de este año a través de redes sociales, landing page, cartelería, folletos, pegatinas, mupis en las paradas de autobuses, y servilletas de papel en el sector de la hostelería, ofrece información de la web del IAM y pone a disposición de la ciudadanía el Teléfono de Información a la Mujer (900 200 999). Asimismo, cuenta con un folleto informativo, en papel y online, que explica en qué consiste la violencia sexual, ofrece herramientas psicológicas de acción y prevención de la violencia sexual y da difusión de los recursos del IAM a los que acudir ante una agresión.
“La violencia sexual tiene como base esa conciencia social que tolera el acoso y el papel de la mujer como objeto-sexual a disposición del hombre”, ha explicado la directora, quien ha recordado que toda mujer “tiene derecho a decir NO en cualquier momento y circunstancia”, y que todo hombre “tiene que aceptar ese no, sin matices”.
Ampliación programa adolescentes
Junto a ello, el IAM ha ampliado el programa de Atención Psicológica a Mujeres Menores de Edad Víctimas de Violencia de Género, con un servicio psicológico especializado en violencia sexual para atender de manera específica a las adolescentes que la hayan sufrido, ya que se ha detectado que algunas chicas atendidas en el programa por violencia de género han vivido en el marco de la pareja abusos y/o agresiones sexuales, pese a no ser conscientes de ello cuando acuden al inicio de la terapia.
De este modo, el equipo de profesionales del programa, que funciona desde 2012 y que ha atendido ya a 550 adolescentes de entre 14 y 18 años (prestándoles terapia psicológica gratuita y especializada), ha detectado en estos años que el sexo se utiliza como forma de violencia de género, ya que los chicos agresores someten a sus parejas a prácticas que no les agrada “como prueba de amor”, cayendo ellas en el llamado “falso consentimiento“. Junto a ello, se ha observado el fenómeno de la “pornovenganza”, que algunos agresores ejercen cuando ellas han dado el paso de romper con la relación.
Se trata de una violencia sexual invisibilizada, que inicialmente no reconocen las menores que la sufren por desconocimiento de sus derechos, por la normalización de la imposición de las relaciones sexuales presente en la cultura y la insuficiente formación sexual de las personas jóvenes para contrarrestar la pornografía patriarcal imperante.
Con la ampliación, el programa contará ahora con 8 psicólogas (una por provincia) especialistas en violencia sexual, que atenderán a las usuarias cuando se detecte abuso o agresión sexual. La terapeuta llevará a cabo una intervención psicológica individual, pudiendo luego configurar grupos de terapia en función de la idoneidad de las usuarias, además de ofrecer también orientación psicoeducativa a las familias.