El abogado del joven de Málaga ha incidido en que su cliente "afrontará las consecuencias de la sentencia personalmente", de los 180.000 ya ha abonado 6.000
El joven que fue condenado a dos años de cárcel por matar, tras un forcejeo, a un ladrón, que le había arrebatado el bolso a una mujer que se dirigía a su trabajo agradece todo el apoyo que está recibiendo pero afrontará las consecuencias de la sentencia personalmente y en solitario.
Su abogado, Alfredo Herrera Rueda, ha asegurado a Efe que su cliente, que también ha sido condenado a pagar una indemnización de 180.000 euros -de los que ha abonado ya 6.000 euros-, ha decido no aceptar ningún dinero porque no quiere que se pueda deducir que se va a lucrar con dichas cantidades.
"Agradece todo el apoyo pero afrontará las consecuencias de la sentencia personalmente", ha insistido el letrado, al tiempo que ha explicado que han ofrecido al juzgado pagar 250 euros mensuales, "que es una cantidad a la que, con esfuerzo, puede hacer frente".
Herrera Rueda ha lamentado que haya condenas de este tipo ya que se da "un mal mensaje" a la sociedad cuando se criminaliza y castiga una conducta solidaria de un joven y hace pensar que, ante una situación como esa, "lo mejor es mirar para otro lado y no complicarse la vida".
El joven ha sido requerido por el Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga para que ingrese voluntariamente en prisión tras declararse firme la sentencia o se "se procederá a librar oficio a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que procedan a su detención e ingreso en prisión".
El abogado ha dicho que su cliente no quiere salir en los medios de comunicación ya que la situación le ha desbordado y entiende que, a la larga, le va a perjudicar y va a quedar marcado para su futuro por lo que ha insistido en que si el juez determina que la cantidad ofrecida es insuficiente y decreta su ingreso en prisión, lo hará inmediatamente.
El ladrón tenía antecedentes de alcoholismo y drogadicción y el día que intentaba perpetrar el robo estaba en busca y captura para su ingreso inmediato en prisión por diferentes causas penales.
Los hechos se remontan al 8 de febrero del 2015, cuando sobre las 7:45 horas una mujer iba camino a su trabajo en el Hotel Las Palmeras, de Fuengirola (Málaga), para ejercer sus funciones de limpiadora.
La víctima fue golpeada por el ahora fallecido y su pareja para arrebatarle el bolso, momento en que el acusado, que acababa de salir del trabajo e iba con dos compañeras, salió corriendo tras el ladrón por las llamadas de auxilio de la agredida y se produjo un forcejeo entre ambos.
Según la sentencia, el acusado le propinó dos puñetazos al delincuente y le provocó una caída al suelo y un traumatismo craneoencefálico con hemorragia cerebral que le causó la muerte dos días más tarde.
Durante el recurso, la defensa incidió, al igual que en el juicio, que fue un golpe que tuvo unas consecuencias impredecibles, y que en una persona sin los antecedentes de alcoholismo y drogadicción como los de la víctima no hubieran tenido esas "trágicas, fatales e indeseadas consecuencias".
El joven acusado siempre ha afirmado que solo quiso auxiliar a la víctima y recuperar lo que le habían sustraído a la mujer y que solo se defendió cuando la víctima le agredió, ya que tenía "pánico" porque había visto como habían pateado a la mujer en el suelo.