Leonor Margets, conocida en el mundo del póker como Leo Margets, es una jugadora profesional de póker (Winamax) y una pionera de este deporte mental en España. Nacida en Barcelona, con 36 años es también un referente internacional en este juego del que aprende cada día. Licenciada en Business Studies por la Universidad de Roehamptone en Londres, cuenta con másteres en Dirección de Empresas de Comunicación y en Ciencias del Comportamiento. Formada y con el deporte como un estilo de vida, así ha llegado a lo más alto del póker nacional. Durante el fin de semana se la pudo ver desplegar sus habilidades en Marbella.
El póker es un juego de estrategia. Me di cuenta que estudiando y dedicándole tiempo podía ser mejor que los demás. Y, hasta hoy¿Cómo conoció el póker?¿Qué le atrajo?
–Conocí el póker por casualidad, a través de una antigua pareja. Me atrajo el descubrir que no tenía nada que ver a lo que yo pensaba que era. Creía que era un juego de cartas y punto, y a la que profundicé, me di cuenta que no tenía nada que ver; que era un juego de estrategia, psicología, matemáticas, estadística y me flipó. Me di cuenta que estudiando y dedicándole tiempo podía ser mejor que los demás. Y bueno, hasta hoy.
¿Tiene referentes?¿Alguno femenino?
–La verdad es que no tengo ningún referente. Respeto a todos los jugadores, tengan el nivel que tengan, pero nunca he tenido un ídolo. El póker es un deporte mental.
¿Cómo se puede entrenar para mejorar?
–Hay muchas cosas que uno puede para mejorar en el póker, que efectivamente se puede considerar deporte mental -o juego de estrategia-. Una de ellas es, sin duda, estar en buena forma. Porque aunque parezca muy pasivo, tener buena forma física te ayuda a soportar mejor estar tantas horas sentado. Por otra parte, también tener una mentalidad estoica es fundamental. Es decir, entender que el azar va a influir a corto plazo, que hay cosas que no dependen de nosotros, que lo único que importa es centrarte en aquello que sí está en nuestra mano: tomar buenas decisiones y mantener una distancia con todo aquello que no podemos controlar, como la carta que sale en un momento determinado. Aunque es importante tener un punto de obsesión, como en cualquier disciplina en la que estás en la élite; creo que es importante compaginarlo con periodos de desconexión. Así, cuando retomas tu actividad lo haces con más fuerza y al cien por cien.
¿Con qué lo compagina?
–Soy bastante activa físicamente. Me encanta el deporte y es un estilo de vida para mí. Lo necesito para ser yo y no me cuesta nada meter en mi día a día un momento para entrenar porque me hace estar de mucho mejor humor y rendir más.
¿Qué cualidades piensa que hacen falta para ser un buen jugador de póker?
–Hace falta reunir características que son un poco contradictorias, por eso cuesta encontrarlas en la misma persona. Hace falta tener una mente matemática, un poco fría y calculadora, pero a la vez ser empático. Meterte en la cabeza de los demás y saber leer a las personas. Hace falta ser agresivo y llevar la iniciativa, pero a la vez tienes que ser paciente, saber encontrar tu momento, no desesperarte. Son características que cuesta que se den en la misma persona; y que cuando lo hacen emana un jugador de póker bastante peligroso. También, saber vencer la aversión al riesgo, ser consciente de tus propios sesgos, ser disciplinado y entrenar la motivación y la fuerza de voluntad. Hay veces que la gente se cree que esto es innato y, como todo, también se entrena.
¿Por qué cree que las niñas tienen menos interés que los niños en jugar al póker?
–Creo que las mujeres tienen menos interés en jugar al póker por un tema básicamente biológico. Puede que exista también un factor cultural pero después de haber dado vueltas a esta pregunta muchas veces y haberlo investigado, creo que es evidente que hombres y mujeres somos diferentes y tenemos gustos e intereses distintos. Y no pasa nada por aceptarlo, igual que hay más hombres que les gusta estudiar ingenierías o carreras relacionadas con la informática o la economía y más mujeres sienten mayor interés con las carreras relacionadas con la pedagogía o la educación. Lo mismo ocurre con el póker, a las mujeres les despierta menos interés y creo que no pasa nada por aceptarlo. Como todo en la vida hay excepciones y yo creo que soy una de ellas. Hay otras chicas que también lo son y no es un drama. A las mujeres nos gusta menos en general, y no pasa nada.
¿Cuáles son sus objetivos y retos?
–Mis retos y objetivos son siempre seguir mejorando, seguir evolucionando, y seguir aprendiendo. Y que eso, ojalá, se traduzca en en éxitos. Como al final eso no depende tanto de mí; lo que sí depende de mí es dedicar el tiempo a estudiar a mejorar y a seguir evolucionando.