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Málaga

Implantan "horas de calma" para mejorar el desarrollo de prematuros

El Hospital Materno Infantil de Málaga ha optado por un sistema en el que se realizan cuatro periodos de silencio de una hora cada día, para reducir el ruido

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  • Trabajadores en el Hospital Materno Infantil de Málaga. -
  • Es un proyecto pionero en Andalucía y se ha importado de Canadá, Estados Unidos, Brasil y Reino Unido, donde se han obtenido buenos resultados
  • Desde su puesta en marcha el nivel de sonido se ha reducido en más de cuatro decibelios
  • Tanto los profesionales como las familias evitan hablar, a la vez que se reduce el volumen de las alarmas

El Hospital Materno Infantil de Málaga ha implantado un sistema de "horas de la calma", en el que se realizan cuatro periodos de silencio de una hora cada día, para reducir el nivel de ruido con el fin de mejorar el desarrollo cognitivo de los recién nacidos ingresados en el centro.
Las unidades de cuidados intensivos neonatales, comparadas con el útero materno, representan un ambiente hostil
El proyecto, pionero en Andalucía e importado tras los buenos resultados obtenidos en estudios de unidades de cuidados neonatales de Canadá, Estados Unidos, Brasil y Reino Unido, se implantó en primer lugar en la unidad de cuidados intensivos de Neonatología del centro y, posteriormente, en la de cuidados intermedios.

Según ha informado la Junta en un comunicado, desde su puesta en marcha el pasado enero, el nivel de sonido se ha reducido en más de cuatro decibelios.

El supervisor de la unidad de Neonatología, Javier de la Morena, explica que la idea surgió como consecuencia del análisis de los estímulos lumínicos y sonoros a los que están expuestos estos recién nacidos, muchos de ellos prematuros.

"Las unidades de cuidados intensivos neonatales, comparadas con el útero materno, representan un ambiente hostil", ha indicado el médico, quien ha añadido que los recién nacidos prematuros tienen que desarrollarse en un entorno extrauterino en un periodo "sumamente activo y muy vulnerable".

Por este motivo, los profesionales de este servicio han decidido implantar un proyecto para la transformación de la unidad que trata de reducir el estrés y el dolor asociado a los continuos procedimientos a los que el recién nacido es sometido durante el ingreso, que en los prematuros extremos puede llegar hasta seis meses.

La iniciativa comienza por la reducción de ruidos en el ambiente de ingreso, para lo que previamente se ha identificado con un sonómetro las franjas del día más ruidosas.

Durante las "horas de la calma", tanto los profesionales como las familias evitan hablar y, de hacerlo, lo hacen de forma mínima, a la vez que se reduce el volumen de las alarmas y se procura evitar cualquier actividad con los pacientes que no sea urgente.

El pediatra de la unidad Nicholas Bello explica que múltiples estudios han demostrado que menores niveles de presión sonora se relacionan con un mejor patrón del sueño, mejor desarrollo del lenguaje y habilidades sensoriales, y se consiguen unos mejores resultados a nivel neurológico a medio y largo plazo. 

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