Un jurado popular ha declarado este viernes culpable de homicidio, malos tratos y quebrantamiento de condena al hombre acusado de acabar con la vida de su pareja con diez puñaladas en 2018 en Torrox (Málaga), considerando probado también que la maltrató durante los 14 años de relación.
Así, según han indicado fuentes judiciales a Europa Press, los miembros del jurado han declarado por unanimidad al hombre culpable de los tres delitos por los que era acusado, con agravantes y el alejamiento de los tres hijos que tenía la mujer --dos con el procesado-- e inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad.
La fiscal delegada en Andalucía de Violencia sobre la Mujer, Flor de Torres, que ha ejercido la acusación pública en el juicio, ha indicado en declaraciones a Europa Press que está "satisfecha" y ha apuntado que se trata de un veredicto "pionero" al apreciarse no solo el agravante de parentesco sino también el de género.
En este sentido, los jurados han tenido en cuenta que realizó los hechos "con desprecio al género femenino", como había expuesto la fiscal en el juicio, y han estimado que el acusado tiene "indicadores y características psicológicas y sociales de riesgo sobre la mujer y que ejerció la violencia como exclusiva forma de relación entre ellos", tal y como sostuvo esta acusación.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular, en representación de familiares de la víctima, solicitan que se le impongan al procesado 19 años de prisión y que indemnice a los hijos como víctimas directas.
Según estas acusaciones, el acusado mantuvo una relación de pareja con la víctima durante 14 años, teniendo dos hijos. Durante toda la convivencia ejerció contra la mujer "el patrón de conducta que lo sitúa como sujeto activo dentro del ámbito de la violencia de género", caracterizado "por el uso de la violencia física y psíquica de forma generalizada hacia ella".
De hecho, según la evaluación realizada y consta en el escrito de la acusación pública, "tiene características psicológicas y sociales de riesgo de violencia sobre la mujer", lo que le sitúa como "sujeto favorecedor del ejercicio de la violencia como herramienta de gestión y resolución de los conflictos" en diferentes áreas", sobre todo en la pareja, ejerciendo "temor y fuerza sobre la mujer cosificada a sus designios".
En 2012, cuando nació la segunda hija, mantuvo una relación intermitente con la víctima debido a los constantes ingresos en prisión, hasta que la mujer decidió terminar tras denunciarlo por violencia de género por unos hechos por los que fue condenado en 2014. A pesar de eso, sostiene el fiscal, "reanudó su relación de pareja, volviendo a tener el mismo dominio sobre la víctima".
El día 27 de septiembre de 2018, "tras una fuerte discusión y después de forcejear con ella, le produjo heridas". El fiscal señala que, luego, cogió un arma blanca, en concreto un cuchillo, y, supuestamente, "le asestó un total de diez incisiones, cuatro de ellas en el tórax y seis en la extremidad superior izquierda con distinta afectación a órganos", lo que le provocó la muerte por un shock hipovolémico.
