El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, comienza hoy una visita de tres días a Cuba durante la que se reunirá con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, y en la que no tiene previsto verse con representantes de la disidencia.
 
Moratinos podría cerrar su visita el miércoles con un encuentro con el presidente cubano, Raúl Castro, como ya hizo en sus dos visitas previas a la isla en abril de 2007 y en octubre del pasado año. El ministro no tiene intención de mantener contactos con la oposición democrática cubana, al igual que ocurrió también en sus viajes anteriores, informaron a Efe fuentes de Exteriores.

El régimen castrista rechaza que los mandatarios y ministros extranjeros que visitan la isla se vean con los opositores. La estancia en La Habana, adonde Moratinos llegará en vuelo regular hoy por la tarde, se prolongará hasta el miércoles. El objetivo es apoyar el esfuerzo de la Iglesia católica y las autoridades cubanas para mejorar los derechos humanos en el país, según las fuentes.

Fruto de esas conversaciones iniciadas el pasado mes de mayo, el régimen cubano ha excarcelado a Ariel Sigler, un disidente preso que se encontraba muy enfermo, y ha acercado a otros doce a penales ubicados en sus provincias de origen.

Concedió además el arresto domiciliario al opositor Darsi Ferrer después de haber estado en prisión preventiva durante once meses.

Moratinos reiteró en los últimos días que está convencido de que habrá resultados positivos en las próximas semanas acerca de los presos políticos y los derechos humanos.