María Jesús Arriaga ha sido condenada a 23 años de cárcel por su participación personal en el intento de asesinato de José María Izquierdo.
La etarra del "comando Nafarroa" María Jesús Arriaga ha sido condenada a 23 años de cárcel por "su participación personal, directa y voluntariamente intencional" en el intento de asesinato del policía José María Izquierdo, en 1985 en Pamplona, con una bomba adosada a su vehículo que al estallar le mutiló un brazo y las dos piernas.
Así lo ha acordado la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en una sentencia notificada hoy en la que también condena a Arriaga a indemnizar al teniente de la Policía con un millón y medio de euros por las secuelas, así como con 27.000 por los días de curación y con otros 1.500 por los daños en su vehículo.
Para el tribunal, que además le ha impuesto una pena de alejamiento de diez años de Pamplona una vez que cumpla la condena, "pocas acciones criminales podrán ser consideradas más peligrosas que la aquí descrita, la cual sólo y gracias a una rápida intervención del personal sanitario no provocó la casi necesaria muerte de la víctima".
La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Enrique López, considera probado que Arriaga integraba en 1985 el "comando Nafarroa" de ETA y "con pleno conocimiento de las consecuencias de su actuación" acordó con sus compañeros -José Legorburu, "Txato", Mercedes Galdós, "Bitxori", (ya condenados por esta causa) y Juan María Lizarralde, "Heavy", ya fallecido- atentar contra el policía.
Arriaga fue la encargada de conducir su propio automóvil con sus compañeros de "comando" hasta la calle de Monasterio de Fitero, en Pamplona, "donde localizan el automóvil" de Izquierdo y, mientras ella espera, Legorburu le adosa a los bajos un artefacto explosivo compuesto por dinamita "goma 2" para después regresar todos ellos al domicilio de la acusada.
En la madrugada del 7 de mayo de 1985, cuando el agente puso en marcha su automóvil estalló el artefacto y la explosión produjo "el destrozo total del vehículo" y al policía le causó la amputación del brazo izquierdo desde el tercio medio del húmero y de ambas piernas desde el tercio medio del fémur, así como pérdida de audición en un 30% del oído izquierdo y del 15% en el derecho.
La explosión también dañó un local de la asociación de visitadores médicos de Navarra y en la comunidad de vecinos de los números 1 y 3 de la calle Monasterio de Fitero, por lo que Arriaga también ha sido condenada a indemnizar a los propietarios por los daños.
Aunque Arriaga negó en el juicio haber sido integrante de ETA, el tribunal considera suficiente para condenarla las declaraciones incriminatorias que prestaron ante la Guardia Civil sus compañeros de "comando", que precisaron cuál fue la participación de la etarra en este atentado.
A esta prueba, la Sala añade el hecho de que huyera a Francia, donde fue detenida en 2007, cuando supo que se la relacionaba con estos hechos y que, aunque ella ha alegado que vivió allí de forma legal bajo su verdadera identidad, "no regresó a España hasta que fue obligada a ello, a través de la extradición".
La Fiscalía pedía para ella 30 años de cárcel por asesinato frustrado y un delito de atentado a agentes de la autoridad, aunque por este último el tribunal ha considerado que no puede ser condenada porque no aparece en el decreto de extradición de Francia.