El PSOE lo "dará todo" para ganar las elecciones de mayo, afrontará la campaña "sin nada de lo que avergonzarse" y con la convicción de que el PP tendrá que debatir con los candidatos socialistas "desde el minuto uno" porque "no podrá esconderse detrás del atril".
Así lo ha manifestado hoy en rueda de prensa el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, durante la presentación de la campaña electoral de su partido a los comicios municipales y autonómicos del 22 de mayo, a los que su partido concurre con más candidaturas que nunca (7.700) y candidatos (75.000).
Unas elecciones en las que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tendrá una presencia similar a la de otros comicios autonómicos y locales, con seis actos de precampaña sólo en abril, a los que habrá que sumar los "ocho o nueve" de la campaña.
El también ministro de Fomento ha eludido el debate sucesorio, ha reiterado su lealtad hacia Zapatero, persuadido de que tomará la decisión sobre su futuro cuando toque, y ha subrayado que "lo que le conviene a España es un Gobierno que gobierne hasta agotar la legislatura".
"No seremos nosotros quienes desviemos la atención de lo mucho que se decide el 22 de mayo", ha subrayado Blanco, que ha asegurado que el PSOE emprende el camino electoral sin nada de lo que avergonzarse y con mucho de lo que sentirse orgullosos.
Su argumento es que "nadie como los socialistas ha impulsado el Estado del bienestar en momentos de crecimiento económico y nadie como los socialistas ha defendido el Estado del bienestar en momentos de dificultad".
Ha querido, no obstante, centrar su intervención en las elecciones y ha dicho que, sólo en abril, los socialistas ya tienen perfilados más de 10.000 actos por toda España con sus candidatos.
Blanco ha desvelado que mañana mismo se dirigirá al PP para que sus candidatos debatan con sus rivales socialistas en todos los lugares "desde el minuto uno", porque es "un derecho democrático y un deber político".
Sin embargo, es consciente de que en algún caso el PP se negará, como la aspirante a la Presidencia de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, con José María Barreda (PSOE), con un "nulo" interés por lo que pasa en esa región.
Convencido de que el PP "no tiene el menor interés" en hablar de los problemas que afectan a los ciudadanos, Blanco ha asegurado que el único objetivo de ese partido es pedir el voto para su líder, Mariano Rajoy, porque, "como nunca ha ganado nada, quieren que gane ahora que no se presenta".
"Ellos pedirán el voto para Rajoy. Nosotros pediremos el voto para que ganen los ciudadanos", ha dicho Blanco.
Los socialistas quieren debatir de las cuestiones que "verdaderamente afectan a la vida cotidiana", como la educación y la sanidad, dos servicios públicos esenciales para los que el candidato del PP por Murcia, Ramón Luis Valcárcel, ha propuesto el copago.
Frente a ello, Blanco ha defendido que se necesitan "más alcaldes socialistas y no menos", porque saben gobernar con austeridad, pero no austeridad entendida como coartada para recortar los servicios públicos ni para convertirlos "en negocios para unos pocos".
Y tampoco, ha juzgado, para "confundir un ayuntamiento con un hotel de lujo, como ha hecho Gallardón con el Palacio de Cibeles".
Con la promesa de "darlo todo", Blanco ha hecho hincapié en que el PSOE afronta esta campaña "sin agenda oculta", pero rehuyendo "cualquier acto o planteamiento que no tenga que ver con el sentido último" de estas elecciones.
Preguntado sobre un resultado electoral que la dirección federal pudiera considerar bueno, ha señalado que él nunca pone límites a la victoria del PSOE.
"Ambicionamos más gobiernos locales y autonómicos y vamos a trabajar para conseguir que nuestra ambición sea una realidad el 22 de mayo", ha remachado, sin contestar a la pregunta de si el debate sobre el futuro político de Zapatero puede influir en estos comicios.
Lo que sí ha subrayado es que los socialistas no dan ninguna batalla por perdida y que incluso Zapatero se estrena en precampaña en Murcia, donde hace cuatro años tuvieron unos "resultados muy adversos", para demostrar que la única batalla que se pierde "es la que no se da".