El presidente de Egipto, Mohamed Mursi, ha subrayado este miércoles su adhesión a la 'hoja de ruta' que propuso hace meses a las formaciones opositoras --y que fue boicoteada por éstas--, que contempla la creación de un Gobierno de coalición que preparará la celebración de elecciones parlamentarias.
"La Presidencia renueva su adhesión a la 'hoja de ruta' propuesta a la que todas las fuerzas nacionales fueron invitadas en nombre de una reconciliación nacional que satisfaga las reclamaciones de la población", ha indicado a través de un comunicado.
Asimismo, ha recordado que el segundo punto de dicho proyecto es la creación de un comité independiente que se encargaría de proponer enmiendas constitucionales que serían presentadas al Parlamento una vez éste fuera elegido.
Por ello, ha acusado a los partidos opositores de boicotear la propuesta una vez que fue formulada y ha argumentado que dicha decisión es la que ha provocado la crisis política que atraviesa el país en la actualidad.
Mursi ha subrayado que "contradecir la legitimidad constitucional amenaza la democracia al desviarla de su camino correcto y amenaza la libertad de expresión de la que Egipto disfrutó tras la revolución (que derrocó en 2011 al expresidente Hosni Mubarak)".
"La legitimidad es la única garantía para la estabilidad y para hacer frente a la violencia, el vandalismo y la ruptura de la legislación", ha añadido el presidente.
Por otra parte, ha destacado que "todo el mundo ha de ser consciente de que la población egipcia, tanto seguidores como opositores del Gobierno, se han manifestado en los últimos días. "Cientos de miles de personas de ambos bandos se han manifestado", ha destacado.
"Uno de los errores que no puedo aceptar como presidente de todos los egipcios es alinearme con un bando y otro, o representar la situación desde una única visión", ha añadido Mursi.
Por ello, ha sostenido que "el escenario que algunos están intentando imponer --en referencia al ultimátum dado por el Ejército a las formaciones políticas para que pongan fin a la crisis-- no cuenta con el respaldo de la gente que ha salido a las calles y alteraría el proceso de construcción de instituciones".
"Cualquier que piense que Egipto va a dar marcha atrás destruyendo la legitimidad de la Constitución y la revolución e imponiendo la legitimidad por la fuerza (...) está equivocado", ha apostillado el mandatario.