Varias bombas de fabricación casera explotaron hoy en el metro de El Cairo y frente a un tribunal, que causaron entre uno y cuatro heridos, dependiendo de las fuentes, y la suspensión temporal del servicio del suburbano.
El Ministerio de Interior informó, por el momento, de que una persona resultó herida al explotar un artefacto en la estación de Shubra al Jeima, en el norte de la capital.
Según Interior, las investigaciones preliminares indican que esa bomba se encontraba en una bolsa que portaba la misma víctima, a la que acusó de ser simpatizante de los Hermanos Musulmanes, declarados grupo terrorista en diciembre pasado.
Por su parte, una fuente de seguridad consultada por Efe elevó a cuatro los heridos, tres de ellos en una explosión en la estación de Kubri al Quba, un incidente no confirmado por Interior pero sí por los medios oficiales.
Una fuente de la compañía del metro, citada por la agencia estatal Mena, precisó que estallaron cuatro bombas -en las estaciones de Shubra al Jeima, Gamra, Kubri al Quba, Helmeya al Zeitun- y que el saldo de víctimas son tres heridos, uno de ellos grave.
En Gamra, la explosión de debió a una bomba de ruido, que no causó heridos.
Los artificieros están inspeccionando las estaciones y sus alrededores para asegurarse que no hay más bombas.
El servicio de las líneas uno y dos del suburbano se suspendió temporalmente, pero ya ha sido restaurado.
Al margen de las explosiones del metro, una bomba colocada en un coche estalló sin causar víctimas frente a un tribunal en el barrio de Heliópolis, en el este de El Cairo.
A escasos cien metros de la corte, las fuerzas de seguridad desactivaron un segundo artefacto, señaló a Efe una fuente policial.
El portavoz de Interior, el general Hani Abdelatif, aseguró que estos actos son "intentos desesperados de los Hermanos Musulmanes para demostrar su presencia en la calle".
En el último año ha habido varias explosiones de bombas en el metro, aunque en ninguna ocasión los atentados fueron graves.
Este tipo de actos, así como ataques contra las fuerzas de seguridad, han aumentado en Egipto desde el golpe militar contra el presidente islamista Mohamed Mursi y la posterior represión de sus seguidores.