Representantes de alto nivel de Corea del Norte y Corea del Sur reanudaron hoy las negociaciones tras no llegar la pasada madrugada a un acuerdo para evitar una escalada de la crisis militar, informó la Casa Azul, sede de la presidencia en Seúl.
La segunda ronda de la reunión comenzó en la fronteriza Aldea de la Tregua de Panmunjom a las 15.30 hora surcoreana (6.00 GMT), confirmó el Ministerio de Defensa de Corea del Sur en un comunicado.
La reunión iniciada la tarde del sábado se prolongó durante más de 10 horas hasta la madrugada de hoy sin que los altos cargos de las dos Coreas lograran alcanzar una solución, por lo que se han vuelto a sentar a la mesa de negociaciones.
Los representantes surcoreanos son el director de la Oficina de Seguridad Nacional, Kim Kwan-jin, y el ministro de Unificación, Hong Yong-pyo, y los norcoreanos el vicemariscal del Ejército Popular Hwang Pyong-so y el director del Departamento del Frente Unido del Partido de los Trabajadores, Kim Yang-gon.
Entre la primera y la segunda reunión ambas partes se han dedicado a revisar las propuestas y exigencias de sus interlocutores del otro lado para que sea más fácil llegar a un acuerdo en la nueva ronda de diálogo, indicó a los medios un portavoz de la Casa Azul.
Sobre la maratoniana reunión de ayer no se han revelado detalles y la oficina presidencial se ha limitado a comunicar que ambas partes buscaron "resolver la situación creada recientemente y mejorar las relaciones entre las dos Coreas".
El alto rango de los funcionarios de ambos países que se han sentado a negociar refleja la gravedad de esta nueva crisis militar, iniciada el pasado jueves con el intercambio de disparos de artillería entre Norte y Sur en la Zona Desmilitarizada (DMZ) del paralelo 38.
Tras este incidente, Corea del Norte amenazó con una acción militar si el Sur no apagaba la tarde del sábado los altavoces que emiten propaganda contra el régimen de Kim Jong-un en la frontera.
Aunque los altavoces siguen funcionando, según confirmó a Efe una fuente del Gobierno surcoreano, el hecho de que ambas partes se hayan sentado a negociar anula de facto el ultimátum de Pyongyang.
Aún así, las fuerzas armadas de ambos lados permanecen preparadas para el combate en medio de un clima de tensión.
Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.