El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, opinó hoy que el principal obstáculo a una solución de dos estados es la resistencia de los palestinos y otros países a aceptar que Israel debe mantener el control de la seguridad en las áreas previamente ocupadas tras la firma de un acuerdo de paz.
"El principal problema que tenemos es la aceptación del principio de que Israel se encargará de la seguridad en las áreas al oeste del (río) Jordán", afirmó Netanyahu en una conferencia en el centro de estudios de ideología demócrata Center for American Progress (CAP), en Washington.
El líder israelí, que este lunes se reunió en la Casa Blanca con el presidente estadounidense, Barack Obama, reiteró que está dispuesto a entablar negociaciones directas con los palestinos "sin condiciones" previas.
No obstante, añadió que no puede haber paz sin el reconocimiento del Estado judío israelí por parte de los palestinos, y que su Gobierno tampoco está dispuesto a ceder en su exigencia de mantener una presencia de seguridad en el nuevo Estado palestino durante "el futuro próximo".
"No creo que los palestinos estén de acuerdo con eso. Dicen: ¿Cómo podemos tener un estado soberano sin control de la seguridad? Yo les respondo: ¿Han oído hablar de Alemania u Okinawa (Japón)? Tienen que hacerlo", insistió Netanyahu.
"Eso es algo que no creo que los palestinos acepten ahora. Quizá lo hagan mañana, quizá los árabes acepten. Quizá la comunidad internacional acepte (...). Creo que tenemos que hablar más de esto, meterlo en el flujo sanguíneo internacional", agregó.
Netanyahu defendió que cualquier acuerdo de paz, "unilateral o negociado, debe incluir que Israel sea capaz de defenderse por sí mismo contra cualquier amenaza, incluido de territorios que ha cedido", porque podrían construirse túneles o lanzarse ataques contra su país.
En ese sentido, sugirió que, dada la inestabilidad en Oriente Medio, los "principales Estados árabes" de la región podrían alentar a los palestinos a acceder a negociar con esas condiciones.
El primer ministro israelí sostuvo, además, que el auge de asentamientos israelíes en territorios palestinos ocupados "no afecta materialmente al mapa potencial de paz", y dijo que durante sus cuatro mandatos ha autorizado 1.500 colonias, menos de lo que aprobaron sus tres predecesores en el cargo.
Netanyahu también afirmó que "no hay simetría entre las sociedades israelí y palestina", porque ésta última "glorifica" a los terroristas suicidas.
Con su intervención ante el CAP, Netanyahu trató de reparar la relación con el Partido Demócrata estadounidense, dañada a raíz de su visita a Washington en marzo para hablar ante el Congreso sobre su rechazo al acuerdo nuclear con Irán, invitado por la oposición republicana y sin el beneplácito de la Casa Blanca.
"He venido porque creo que es vital entender lo importante que es para mí que Israel siga siendo un asunto de consenso bipartidista", indicó Netanyahu, y defendió que su país preserva "valores progresistas" en su sociedad pese al caos en la región.
En la reunión de este lunes, Obama también intentó limar sus diferencias con Netanyahu, quien aseguró hoy que ambos han tenido "un desacuerdo con Irán", pero no están en "desacuerdo sobre lo que hay que hacer a partir de ahora con respecto" a Teherán.
Para reforzar ese acercamiento bilateral, la Casa Blanca anunció hoy que Obama recibirá el próximo 9 de diciembre al presidente de Israel, Reuven Rivlin, para hablar sobre la cooperación en seguridad y la necesidad de avanzar hacia una solución de dos estados.