Un tribunal de Brasilia concedió hoy una autorización cautelar al instituto fundado y dirigido por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para retomar sus actividades tras la suspensión que un juez le impuso hace una semana por sospechas de haber servido para cometer "varios ilícitos criminales".
La decisión, tomada por el magistrado Néviton Guedes y con efecto inmediato, se basa en que suspender las actividades de la institución es una medida "totalmente inadecuada para alcanzar el fin pretendido".
"Existe también ausencia de congruencia en la fundamentación, una vez que no se esclarece, de manera lógica y clara, en qué la suspensión de las actividades del instituto podría impedirlo (a Lula) de tener contacto con otras personas y desarrollar las actividades que el juez sospecha que son ilícitas", recoge el nuevo dictamen.
El juez Ricardo Augusto Soares Leite, a cargo de una de las cinco causas penales que tiene abiertas con la Justicia el exmandatario, la mayoría relacionadas con el caso de corrupción en Petrobras, determinó el pasado 9 de mayo la suspensión de las actividades del Instituto Lula.
La decisión estuvo apoyada en la posibilidad de que el instituto dirigido por Lula haya servido para intentar distintas maniobras ilícitas en el marco de la trama de corrupción destapada en la petrolera estatal, según explicó el propio magistrado en el auto.
Sin embargo, para Guedes impedir las actividades del Instituto Lula "cercena la libertad de ir y venir" del expresidente, ya que "estaría impedido de comparecer en el establecimiento en que trabaja".
El Instituto Lula fue fundado por el exmandatario en 2011, cuando concluyó el segundo de sus dos cuatrienios en el poder, que se extendieron entre 2003 y 2010.
El abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, celebró la decisión en un vídeo divulgado en redes sociales y dijo que el nuevo dictamen presenta "fundamentos jurídicos relevantes", los cuales muestran que suspender las actividades del instituto no tiene "base legal".
"Es una decisión que, sin duda, significa un paso importante para restablecer el Estado de Derecho y también para colocar un obstáculo en la increíble persecución" que viene sufriendo Lula por medio de "diversas acusaciones frívolas e infundadas", añadió Zanin Martins.
El ex jefe de Estado acumula cinco procesos penales en la Justicia brasileña por supuesta corrupción, la mayoría de ellos vinculados a la gigantesca trama destapada en Petrobras.
Lula, a pesar del escándalo, aparece como el líder más valorado en las encuestas y el mejor posicionado en caso de competir por la presidencia de Brasil en 2018.
El expresidente podría llegar a ser investigado en otros seis procesos más, según solicitó la Corte Suprema con base en las delaciones de 77 exdirectivos de la compañía Odebrecht que se sumaron a un acuerdo de colaboración judicial.