Al menos 381 civiles murieron a manos del grupo terrorista Boko Haram desde el pasado abril en Camerún y Nigeria, debido a una intensificación de su campaña de terror y un aumento de los atentados suicidas con explosivos en la región del lago Chad, informó hoy Aministía Internacional (AI).
El incremento del número de muertes de civiles en la región del Extremo Norte de Camerún y los estados de Borno y Adamawa en Nigeria se debe al uso cada vez mayor de atacantes suicidas, a menudo mujeres y niñas a las que se obliga a llevar explosivos y hacerlos estallar en zonas concurridas.
Los ataques de Boko Haram en Nigeria causaron al menos 223 víctimas civiles desde abril y sólo en agosto el número de muertes ascendió a 100 personas.
Además la organización registró en agosto dos informes de asaltos a pueblos en los que combatientes de Boko Haram han acorralado a civiles, disparado, incendiado viviendas y saqueado casas, tiendas y mercados.
En Camerún, Boko Haram mató al menos a 158 civiles en el mismo periodo, cuatro veces más que en los cinco meses anteriores, y desde abril los yihadistas cometieron 30 atentados suicidas, más de uno a la semana según cifras de AI.
Que el grupo terrorista haya intensificado su campaña en Camerún puede responder al desplazamiento de combatientes de Boko Haram desde el bosque de Sambisa -situado en Nigeria y de donde las fuerzas nigerianas expulsaron al grupo el pasado diciembre- a las montañas de Mandara, en Camerún.
"Esta oleada de violencia de Boko Haram subraya la urgente necesidad de protección y ayuda que tienen millones de civiles en la región del lago Chad. Los gobiernos de Nigeria, Camerún y otros deben actuar rápidamente para proteger a estas personas", dijo el director de AI para África Occidental y Central, Alioune Tine.
Debido a la situación de violencia en toda la región del lago Chad, millones de civiles necesitan ayuda humanitaria urgente.
Al menos 2,3 millones de personas se han desplazado en toda la región, incluyendo 1,6 millones de personas refugiadas e internamente desplazadas en Nigeria y 303.000 en Camerún. Además otras 374.000 están desplazadas en Chad y Níger.
Más de siete millones de personas en toda la región -de ellas, cinco millones en Nigeria y 1,5 en Camerún- se enfrentan a una grave escasez de alimentos. Hay 515.000 niños y niñas que sufren malnutrición aguda severa, más del 85% de ellos en Nigeria.
El reciente aumento de la inseguridad ha dificultado o incluso imposibilitado las operaciones de ayuda humanitaria, dejando zonas como el nordeste de Nigeria totalmente inaccesibles, denunció AI en un comunicado.