Corea del Sur y Estados Unidos se preparan para iniciar este lunes unas maniobras navales en aguas de la península de Corea en lo que supondrá una nueva exhibición de músculo militar ante el régimen de Pyongyang.
Los aliados realizarán durante toda la semana los ejercicios en el Mar Amarillo y el Mar de Japón (conocidos respectivamente como Mar del Este y Mar del Oeste en las dos Coreas).
Entre los activos militares participantes del lado estadounidense se encuentran el portaaviones de propulsión nuclear Ronald Reagan y dos destructores de la clase Arleigh Burke, mientras que Corea del Sur aportará un buque destructor Aegis, helicópteros navales y cazas F-15k, FA-18 y A-10.
Esta prueba de fuerza llega en un momento de alta tensión en la península a raíz del cruce de declaraciones belicistas entre el régimen que lidera Kim Jong-un y el presidente estadounidense, Donald Trump.
El régimen Pyongyang denuncia normalmente este tipo de ejercicios como un ensayo para invadir su territorio y se prevé que pueda realizar un nuevo lanzamiento de misiles en respuesta a estas maniobras y de cara a la visita a Corea del Sur del propio Trump, que empieza su gira asiática el 3 de noviembre.
Pyongyang no ha vuelto a realizar ninguna prueba armamentística desde el pasado 15 de septiembre, cuando disparó un misil balístico de alcance medio que sobrevoló territorio japonés.
Este lanzamiento se produjo pocos días después de que Corea del Norte realizara su sexta detonación nuclear, lo que unido a otros ensayos de armas le ha supuesto este año dos nuevas rondas de estrictas sanciones de la ONU.
Los aliados permanecen especialmente alerta ante la posibilidad de que el hermético país lance un misil estos días después de que la pasada semana los satélites detectaran el despliegue y el repliegue de varias plataformas móviles (TEL), según ha desvelado una fuente del Ministerio de Defensa surcoreano a la agencia Yonhap.