Las sensaciones no son buenas al término del periodo de matriculación en el primer ciclo de Educación Infantil el pasado viernes.
“La cosa está paradita”, afirma Maribel Uncala, presidenta de Escuelas Infantiles Unidas en Andalucía, quien apunta a la
caída de la natalidad, cierta reserva aún persistente por el
Covid, “aunque ha quedado de manifiesto que nuestros centros son espacios seguros por la experiencia desde el pasado mes de septiembre”, y la
crisis económica que se barrunta.
“Solo el 43% de las familias están total totalmente bonificadas”, explica. El grueso son “parejas mileuristas con un solo hijo y otros gastos que tienen
dificultad para afrontar la factura mensual”.
Además, muchas se encuentran en una
situación bien diferente a la de 2019, cuya renta es la que se toma de referencia ahora para determinar el nivel de ayuda que recibirán. Uncala prevé un repunte de ingresos en los próximos meses, dado que las bonificaciones se baremarán en el
periodo extraordinario de matriculación conforme a los datos de la economía familiar de 2020.
Uncala señala como cuarta causa de una previsible caída ocupación al
elevado número de plazas disponibles por el incremento de escuelas infantiles adheridas al programa de ayudas de la Junta.
Las empresas ya sufren las consecuencias de la pandemia y
temen una dura crisis que cuestionará su viabilidad, de manera que estar bajo el paraguas de
la Administración autonómica ofrece más garantías.
Para este curso,
más de 1.700 esculas infantiles de las algo más de 1.900 que componen la red de centros privados adheridos al programa de ayudas a las familias han suscrito el convenio con la Consejería de Educación. Entre las incorporadas al sistema está en Jerez
Pita-Pita, de Eva Medina, quien reconoce que
el propio entorno en el que se encuentran sus instalaciones demandaban el cambio de titularidad para acceder a los incentivos autonómicos. “Y
para nosotros también es seguridad”, agrega.
“La Junta dio la espalda a los centros privados al cien por cien en plena pandemia”, explica, por su parte, Aida Troya, responsable la Asociación La Escuela que Eliges. “Ni siquiera nos han dado una caja de mascarillas”, lamenta. Troya subraya que “mantuvimos el proyecto educativo durante el confinamiento y muchos padres no lo compraron”, mientras que “
los centros adheridos recibieron 180 euros por plaza pese a la suspensión de sus servicios, pudieron acogerse al ERTE o pedir un crédito ICO”.
El riesgo, tanto para un tipo como para otro de centro, es la
desocupación. “Cuento con fisioterapeuta, logopeda y psicologa, no puedo costear estos profesionales con lo que ofrece la Junta pero tampoco si quedan plazas vacantes”, advierte.
Las responsables de ambas asociaciones coinciden en que es el
momento propicio para afrontar con la Administración autonómica un debate sobre el futuro del sector, pero ofrecen fórmulas diferentes para solventar la crisis por la que atraviesa. La Asociación La Escuela que Eliges defiende una oferta privada en su totalidad y que la Junta dé, como Madrid,
cheques-guardería a las familias para que los inviertan en los centros que decidan. En el caso de Escuelas Infantiles Unidas, después de que el Gobierno de Juanma Moreno actualizara justo antes de la irrupción del Covid los precios públicos de los servidcios con bonificaciones desde el 13,04% al 82,61 para que las familias no asumieran el aumento del precio-plaza, aseguran que
“lo que toca ahora es la gratuidad total”.
El valor de la escolarización: un entorno estimulante y seguro
La Consejería de Educación y los profesionales dedicados a la Educación Infantil subrayan la importancia de la escolarización entre los 0 y 3 años para “el
desarrollo congnitivo y conductual” de los más pequeños al encontrar “un
entorno estimulante que en un ambiente familiar puede no llegar a encontrarse”. Maribel Uncala, presidenta de la asociación Escuelas Infantiles Unidas de Andalucía , se refiere en concreto a los beneficios que aporta a los denominados
“niños de la pandemia”, nacidos o en sus primeros años de vida durante la crisis sanitaria, que “empiezan ya a necesitar de manera urgente una relación más fluida con otros niños, que se promuevan espacios de juego y aprendizaje; así como situaciones propicias para su desarrollo en un
espacio seguro”.