“La gente hoy tiene mucho miedo a la imperfección, que es una cosa trágica, una tragedia total, porque hay que ser realista con lo que tenemos, con lo que vivimos; se quiere evitar el dolor, el trabajo y se sueña con la fama.
Pero a mi me gusta la vida con verrugas y todo. No somos perfectos y el monstruo, el vampiro, es la imperfección encarnada, por eso se tiene tanto miedo al monstruo”, explica Guillermo del Toro a Efe.
El realizador del Hellboy, El laberinto del Fauno o El espinazo del diablo ha dejado díez días Nueva Zelanda, donde se ha instalado por tres años para realizar, según dice, su proyecto “más ambicioso”, la adaptación cinematográfica de El Hobbit, de Tolkien, para conceder en Londres algunas entrevistas y poder hablar de Nocturna, editado en España y Latinoamérica por SUMA de Letras.
Un primer volumen de una trilogía escrita en colaboración con Chuck Hogan, un gran autor de best seller como El príncipe de los ladrones.
“Ha sido fascinante escribir con Hogan –aclara–, hemos colaborado durante más de cuatro años en los tres volúmenes y me gustaría seguir escribiendo con él, aunque también quiero hace proyectos literarios en solitario, porque la literatura te da mucha más libertad que el cine”.