La estación intermodal del tranvía, o dicho en roman paladino, a donde tendrán que ir los chiclaneros y ciudadanos de La Janda que quieran ir a Madrid en el tren -o a cualquier lugar de España, por supuesto- usando el tranvía desde Chiclana, se construirá en Río Arillo, entre los términos municipales de Cádiz y San Fernando, en medio de la marisma y allí hacer uso de los servicios de Renfe.
Es de esperar que al menos la estación, en lo que se refiere a la zona de andenes, no la diseñe el mismo que diseñó la de Bahía Sur, donde en verano la sombra queda en un carril y en invierno el viento y el frío hacen interminables las esperas. Y sobre todo porque a tenor de las inconcreciones en las explicaciones de la delegada territorial de Fomento, Gema Araújo, el uso del apeadero en cuestión puede ir para largo. Para muy largo.
Y es que el anuncio del apeadero no deja de ser un nuevo ladrillo en el disparate en que se ha convertido el tren-tranvía, ya más tren que otra cosa. Una construcción a medio camino que va a costar un dinero cuando a pocos kilómetros está la estación de Cortadura, amén de que apenas servirá para coger el Cercanías con destino a Jerez ya que es dudosa la parada de los Media Distancia -salvo el tren escoba de por la noche- y mucho menos los Alvia con destino a Madrid. ¿A qué obedece introducir una estación más en un recorrido que tiene que ganar la partida al autobús directo entre Chiclana y Cádiz?
El plan de viaje no va a ser precisamente llegar al apeadero de Río Arillo y allí coger el Cercanías para Bahía Sur. Lo normal es que sigan hacia Cádiz los que van a tomar la MD o los Alvia, lo que deja su uso en la mínima expresión. Salvo que no puedan llegar a Cádiz y no tengan más remedio que usar el apeadero de Río Arillo. Y si se esperan viajeros de La Janda, posiblemente prefieran no entrar en Chiclana en coche y enfilar la variante hacia la Estacion de San Fernando, directamente, por pocos y más rápidos kilómetros que entrar en una ciudad. Y la factura del proyecto sigue subiendo.
Pero lo peor no es ese dichoso apeadero y su inutilidad, sino la inconcreción con que se ha manejado la Junta a la hora de explicarlo, porque como se puede observar en la nota de prensa que reproducimos a continuación, existen contradicciones en la cuestión del trazado y del servicio que ofrecerá. Esto es, por una parte dice que desde Cádiz se podrá llegar al apeadero del Río Arillo en Cercanías o Media Distancia -lo que indicaría que el tranvía no llegaría a Cádiz- y luego dice que el proyecto sin transbordo podrá hacerse desde Chiclana a Cádiz.
Aún así, después de ocho años de obras, parece que está más cerca que el recorrido se complete hasta Cádiz a través de la línea férrea, según ha avanzado la Consejería de Fomento y Vivienda a través de su delegación en Cádiz. Aunque eso sí, son tres millones de euros más al presupuesto multimillonario del proyecto y todo está en estudio. Por lo tanto, todavía sin la autorización pertinente. Y otra cosa más: lo del acuerdo entre la Junta y ADIF lo llevan diciendo desde hace años y por ahora siguen en las mismas, estudiándolo, con muy buena voluntad por las partes pero sin conclusión.
La Junta ha adjudicado, a través de la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía (AOPJA), el contrato para la modificación del sistema de seguridad y comunicaciones que permitirá la incorporación del tren tranvía de la Bahía de Cádiz a la línea ferroviaria Sevilla – Cádiz gestionada por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), posibilitando así el recorrido completo entre Chiclana de la Frontera, San Fernando y la capital gaditana. Si ese estudio llega a buen puerto. Que no ha llegado todavía.
Esta actuación, que se llevará a cabo por importe de 2,9 millones de euros, consistirá en adaptar la señalización ferroviaria a la nueva configuración de vías y señales que supone el paso del nuevo tranvía procedente de Chiclana y San Fernando por las vías del ferrocarril. El contrato adjudicado a la empresa Thales constituye una solución técnica consensuada entre la Consejería de Fomento y Vivienda y Adif, y supone un paso decisivo para la conexión definitiva de las vías del tranvía y el tren en el río Arillo, que es la última parada del sistema tranviario en San Fernando, localizada ya junto a la línea del ferrocarril, y que favorecerá la combinación intermodal entre ambos sistemas de transporte.
La modificación de la señalización afecta a la infraestructura ferroviaria del Estado, ya que se cambiarán los enclavamientos locales de Bahía Sur y Cortadura, así como el centro de control del tráfico de trenes de Santa Justa (Sevilla). Aunque esta actuación se va a llevar a cabo por parte de la Junta de Andalucía, exige una coordinación y colaboración plena con Adif de cara a compartir las vías desde el río Arillo hasta la capital.
La delegada de Fomento y Vivienda en Cádiz, Gemma Araujo, ha destacado la importancia de este paso en la puesta en servicio del tranvía y ha agradecido “la colaboración y actitud positiva de Adif, que resulta fundamental para la interconexión de ambos modos de transportes”. El grupo de trabajo para el estudio de las infraestructuras necesarias en el punto de conexión de ambos sistemas está funcionado “con fluidez y una destacada cooperación conjunta”, ha añadido la delegada, “lo que va a repercutir en un buen funcionamiento del sistema de transportes”.
Estudios
Técnicos de AOPJA y de Adif han estudiado específicamente las modificaciones necesarias para la nueva señalización ferroviaria, incidiendo en los aspectos técnicos, funcionales y operacionales que deben establecerse para la relación entre los sistemas de señalización del tranvía y de los trenes que circulan en la actualidad por la línea ferroviaria Sevilla – Cádiz.
La autorización definitiva de Adif, una vez se formalice, permitirá a la Junta de Andalucía la conexión de los aparatos de vías del tranvía y el tren, así como la construcción de la parada en el río Arillo, de manera que es en este lugar donde se producirá de manera decisiva la intermodalidad buscada entre el tranvía y el Cercanías, además de garantizar la continuidad del tranvía sin trasbordo desde Chiclana hasta Cádiz, proceso que requiere la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, y que se encuentra en curso.
De esta forma -y aquí viene el lío- "será en el río Arillo donde los pasajeros podrán dejar el Cercanías o Media Distancia procedente de Cádiz para acceder a San Fernando y a Chiclana de la Frontera mediante el tranvía, un medio de transporte interurbano con capacidad para introducirse en los centros urbanos, de interés social, económico y de ocio de estas dos ciudades medias de la Bahía". No hay nada más estúpido que un transbordo en Río Arillo cuando hay medios de transportes directos entre Chiclana y Cádiz y viceversa.
Luego dice que "en el caso de los trayectos con continuidad y sin transbordo, desde Chiclana a Cádiz, la estación del río Arillo será una parada más del trazado" dando por sentado que el tranvía llegará a Cádiz.
La explicación puede estar en los plazos que baraja la Junta, que quiere estar vendiendo billete para la primavera y entonces sí que cuadraría que si los acuerdos con Adif no están para esa fecha, se use el apeadero de Río Arillo para cumplir los plazos y luego, cuando el acuerdo llegue, si llega porque no hay nada cerrado todavía, dejar el apeadero de Río Arillo como una estación más.
La pregunta es la siguiente. ¿Por qué las prisas en vender billetes en primavera si por muchos que vendan no van a pagar un apeadero sin otro sentido que cumplir un plazo impuesto y cuyo incumplimento pueda costar más que el apeadero? Pues quizá por eso. Porque haya que cumplir los plazos para que el tranvía circule. Como sea, pero que circule. Y que el apeadero sirva luego para que la gente vea cómo se cae la salina Dolores. O lo mismo potencian la zona.
Una vez llevada a cabo la modificación del sistema de señalización, el siguiente paso para la conexión será la instalación de la catenaria, la conexión directa de los aparatos de vía (obra civil), así como la construcción de la parada en río Arillo.
O sea, que los 2,9 millones de euros es parte de lo que falta por gastar porque aún faltan obras para que el tranvía llegue a Cádiz, de manera que lo único que se saca en claro es que la Junta no tiene claro si va a vender el billete de Chiclana a Cádiz o de Chiclana a Río Arillo y viceversa, que hasta ahora es lo más probable. Ni por cuanto tiempo. Y ello significa el fracaso total del proyecto. Los chiclaneros seguirán cogiendo el autobús que los deja en la mismísma puerta de la estación de Bahía Sur. O en el complejo Bahía Sur para ir de compras.