El tren-tranvía se ha convertido en un contenedor de problemas para San Fernando y los isleños. Desde que comenzase en 2008 la construcción de esta infraestructura a lo largo de la calle Real, se han ido sucediendo problemas e incumplimientos a partes iguales. Lo dicen desde el Partido Popular de San Fernando.
Entre estos se encuentra la colocación de los denominados ‘armatostes’, armarios que contienen las instalaciones de comunicaciones, señalización y energía del tren-Tranvía. El más conocido de estos ‘armatostes’, como han sido bautizados por su tamaño e imagen antiestética, es el colocado frente a la Compañía de María a menos de un metro de distancia de la fachada principal de un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y considerado como parte fundamental del legado de Las Cortes y de la Constitución de 1812.
El concejal del PP, Daniel Nieto, recuerda que su partido lleva desde octubre de 2014, momento en el que la Junta de Andalucía procedió a colocar este armario, denunciando su presencia en un entorno BIC. A partir de entonces se han ido sucediendo las promesas de estudio de su retirada, siendo la última conocida la pronunciada por la delegada territorial de Fomento, Gema Araujo, quien aseguró el 13 de enero de 2016 que se trasladaría a la calle Pizarro.
A punto de cumplirse un año de aquella noticia “sigue sin eliminarse ese obstáculo que se han convertido en un símbolo del doble rasero con el que la Junta aplica la Ley”. Hacía referencia Nieto a la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, que en su artículo 19 prohíbe la colocación “de ‘armatostes’ como el que la propia Junta de Andalucía, colocó a metro y medio de la fachada principal de un edificio protegido”.
Además el edil del PP recordó que la administración gobernada por el PSOE invalidó el proyecto municipal para colocar un mástil para la bandera de España en las inmediaciones del Castillo de San Romualdo alegándose para ello que no podía realizarse ningún tipo de instalación en las inmediaciones de un BIC. “Con sorpresa observamos que la Junta puede saltarse la normativa que sí impone al resto de ciudadanos. Es injusto. Esa es la manera en la que la Junta trata a San Fernando”.
Ordenanza
Otro asunto que redunda en la situación generada por el tren-tranvía es la ordenanza que debe regular el tráfico y usos de la calle Real. En noviembre la socialista Patricia Cavada hacía público un borrador de ordenanza que introducía más intranquilidad entre los usuarios de la principal arteria isleña. “La ordenanza sólo recoge los acontecimientos deportivos, de ocio, comerciales y otros "obviando los de carácter religioso, como los desfiles procesionales de Semana Santa" .
Pero el gran problema de esta reglamentación es el 'carril bici'. Nieto recuerda que las últimas obras de la calle Real se ejecutaron con cargo a una subvención para implementar en la misma el carril específico para bicicletas, lo que obliga a su delimitación fuera de la plataforma tranviaria "y decidir si se va a colocar por la acera de la derecha o la acera de la izquierda y, por tanto, que terrazas de los establecimientos de hostelería se van a ver afectados".
El edil popular advierte de que el peatón no puede, en base a la normativa que rige este tipo de actuaciones, compartir a la vez el mismo espacio que la bicicleta "tal y como recoge la normativa elaborado por PSOE y PA".
“San Fernando necesita una ordenanza seria, que resuelva las particularidades que tiene la ciudad y, específicamente, la calle Real. No vale una ordenanza 'tipo' como la que pueda aplicarse en otras ciudades".
Mantenimiento
Por último, Daniel Nieto cuestionó la información vertida en noviembre de 2015 por Patricia Cavada en la que aseguraba que el Ayuntamiento trabajaba “ya” con la Junta de Andalucía en la fórmula administrativa para la recepción de las obras.
“¿Qué sucede con el mantenimiento de la calle Real? ¿Nos va a costar además a los isleños la limpieza y el mantenimiento, mobiliario urbano, reposiciones de pavimento, iluminación, regulación semafórica o el régimen de autorizaciones? Encima, el tranvía además de muchos disgustos nos va a costar dinero”.