La Sociedad Industrial de Participaciones Industriales (SEPI) anunció el pasado 24 de febrero el inicio de las actuaciones para diseñar un Plan Estratégico para la empresa Navantia, algo que vienen pidiendo los sindicatos ante la deriva a la que los responsables de la compañía estatal están imponiendo en los últimos años.

Esa es la primera de las premisas y no tiene por qué se mala sino todo lo contrario. Otra cosa es cómo se haga.

La segunda premisa es precisamente la parte mala de la primera, ya que según una contestación del Gobierno al diputado de Ciudadanos por Cádiz, Javier Cano Leal, en Navantia sobra personal, lo que en el argot de los tecnócratas y luego de los políticos se llama “desequilibrio de plantilla”.

Esto en sí no tiene por qué suponer reducción de plantilla, que suele ser lo más rápido y cómodo para una empresa a la que los sindicatos ya están acusando de dedicarse a contratar personal a través de empresas de trabajo temporal –unos 200 en la Bahía de Cádiz- a costa de no promocionar a la plantilla sujeta al convenio colectivo. Convenio que es ahora una batalla aparte.

Y la tercera premisa –es complicado- es que en estos momentos y por ahora hay mucho hablado y poco hecho, el Astillero de San Fernando se queda sin carga de trabajo después del último Buque de Acción Marítima (BAM) construido, por lo que si el contrato con Arabia Saudí no llega, será el único astillero de Navantia sin carga de trabajo.

La conclusión que por ahora teme el Colectivo Autónomo de Trabajadores (CAT) de Navantia –San Fernando es que si la SEPI comienza un Plan Estratégico, el Gobierno ha respondido a una pregunta parlamentaria que hay “desequilibrio de plantilla” y el astillero de San Fernando no tiene carga de trabajo, Navantia-San Fernando parte en inferioridad de condiciones por cuanto el resto de astilleros, de una forma u otra, tienen asegurada faena.

¿Qué es lo que juega a favor de San Fernando sobre el resto de los astilleros de empresa pública? Pues su capacidad y competencia demostrada, además de ser el único que puede hacer construcción naval, reparaciones y sistemas a la vez.

Pero claro, hay que ver cómo se plantea el Plan Estratégico y cómo se resuelven los “desequilibrios de plantilla”, si despidiendo o trasladando. Y en cuales quiera de esos dos casos sale perdiendo San Fernando. Incluso contratando a través de las ETT, porque la capacidad adquisitiva influirá, como el resto de posibilidades, en todos los sectores de la población como suelen influir todos los sectores estratégicos.

De todas formas, lo que el CAT es sólo a modo de aviso de lo que puede ocurrir dadas las circunstancias. Lo ideal es que se tenga en cuenta la excelencia del astillero de San Fernando y de camino que se rejuvenezca la plantilla. Que ese sí que es un problema de fondo.

El Gobierno ha confirmado que se trata de un "proyecto global" que afectará a toda Navantia y, por tanto, a todos sus astilleros y centros productivos. Actualmente, la compañía cuenta con instalaciones en la Ría del Ferrol, la Bahía de Cádiz, Cartagena y Madrid.

La puesta en práctica del plan "tendrá que acompañarse de medidas laborales, pactadas y negociadas con los representantes de los trabajadores". Precisamente, la sociedad lastró en el ejercicio 2015 las cuentas de la SEPI que perdió 151 millones.

Movilizaciones

Prueba de la tensión que se vive en el astillero isleño es el hecho de que los trabajadores de Navantia San Fernando hayan retomado sus movilizaciones impidiendo este jueves la entrada al astillero isleño de los directores y jefes de producción. Según han indicado, la situación se prolongará al menos hasta el día 30, cuando han avanzado que está prevista la botadura del Buque de Acción Marítima (BAM) con presencia de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.

El presidente del comité de empresa del astillero isleño, Jesús Peralta, ha indicado que, además, el comité de empresa y los trabajadores abordarán en asamblea "si botadura sí o botadura no", con lo que el normal desarrollo de dicho acto está por el momento en el aire.

Según ha explicado, en el calendario de movilizaciones aprobado hace tres semanas se reservaban alguna "acción sorpresa", donde enmarcan el impedimento del acceso de los directivos al centro. Además, ha apuntado que esta medida es consecuencia de la "opresión" y la actuación "vergonzosa" de la SEPI en la movilización que protagonizaron todos los representantes de los trabajadores de todos los astilleros de Navantia el pasado martes en Madrid.

Críticas al cordón policial en la SEPI

Concretamente, ha hecho referencia al "cordón policial" que encontraron en Madrid y a la negativa de la empresa y de la SEPI a recibirles, llegando incluso a "intentar impedir que registráramos un documento en la SEPI".

Así, el recibimiento que se dispensó a los comités de empresa en las oficinas centrales ha sido "la gota que ha colmado el vaso" y que les ha llevado a "impedir la entrada" al astillero de San Fernando a los directivos "de aquí al día 30", que es la botadura del BAM.

Desde el comité de empresa han indicado que continuarán con estas movilizaciones hasta que la empresa atienda a sus demandas, entre las que figura que se acate la sentencia del Tribunal Supremo para el cumplimiento del tercer convenio colectivo y la anulación del cuarto.

Finalmente, ha incidido en la situación que atraviesa Navantia San Fernando "sin carga de trabajo, con una plantilla insuficiente y envejecida, con el incumplimiento del convenio colectivo, el opaco proceso de contrataciones y las coberturas de vacantes", y ello frente al "diálogo nulo social de la compañía".