Y escribió a Facebook de este periódico para explicarlo. Este cadista de pro que pone en su perfil el escudo del equipo amarillo antes que su rostro salió con sus setenta años bien vividos y bien llevados a la calle una vez que se ha abierto la mano para que todos los que han estado casi 50 días confinados. Por edades y por tramos horarios.

Salió a las diez de la mañana y pudo disfrutar de esta especia de libertad vigilada en la que vive la sociedad debido a la Covid-19. Y tan vigilada. Él mismo contó que "tengo 70 años" pero que lo habían parado dos veces la Policía porque no se creían su edad. 

En cuanto a la jornada de tarde, desde el mediodía había padres con sus hijos por las calles y algunos niños jugando en el Parque Infantil clausurado de la Alameda Moreno de Guerra mientras eran 'vigilados' por sus mayores acompañantes.

En el sendero del Carrascón y Ronda del Estaro, lugar en el que se ha centrado este periódico por la tarde noche por una cuestión de cercanía, ha sido un éxito de gente que generalmente -tampoco se sabe si los que van más juntos están conviviendo el mismo confinamiento- respetaba las distancias.

A eso hay que unir que también había ciclistas que con la luz del día se veían venir. Pero a partir de las diez de la noche, de la misma que comenzaba a desaparecer el gentío, era posible cruzarse con algún ciclista, alguien corriendo o andando o pegarse en sus susto con algo que no se veía venir y que no eran otras cosas de bicicletas sin luces ni timbres a toda pastilla.

Los que salieron aprovechando la última hora seguro que gozaron más de un sendero que es uno de los más visitados dada la cercanía con la ciudad.