La Policía Nacional continúa investigando el atraco perpetrado en la vivienda del anticuario sanluqueño Vicente Rabadán, que se produjo en la noche del pasado martes.
Con ‘extrema’ violencia, cuatro encapuchados maniataron al anticuario y a su esposa, a quienes estaban esperando en la puerta del garaje de su vivienda, ubicada en la Cuesta de Ganado y con acceso también desde la calle San Miguel, menos transitada y más oscura. Los asaltantes, a empujones y apuntándoles con las pistolas que portaban, les interceptaron y obligaron a entrar en la vivienda, donde les amordazaron mientras los delincuentes desvalijaban la casa. Uno de los atracadores se quedó vigilando a la esposa y la suegra de Rabadán, de 84 años, que vive con el matrimonio en este palacete, mientras que los tres ladrones restantes acompañaron al anticuario habitación por habitación hasta conseguir el botín.
Según la Policía, los atracadores consiguieron hacerse con 3.000 euros en efectivo, así como numerosas joyas, varias colecciones de monedas y algunos cuadros pertenecientes al coleccionista de antigüedades, que se llevaron en el propio vehículo de Rabadán, un Ford Focus.
El coche fue encontrado pocas horas después por agentes de la Guardia Civil de Sanlúcar a varios kilómetros de la vivienda, en la carretera de acceso a El Puerto de Santa María, en concreto, junto a la venta El Loli. El vehículo está siendo analizado en busca de huellas que pudieran identificar a los ocupantes, si bien estos accedieron a la vivienda con pasamontañas y guantes para no poder ser identificados por las Fuerzas de Seguridad.
Los hechos tuvieron lugar sobre las nueve de la noche pero no fue hasta una hora más tarde de que los atracadores abandonaran la vivienda cuando los propietarios pudieron dar aviso a la Policía, ya que al marcharse, los asaltantes hacían cortado la línea de teléfono. Los miembros de esta conocida familia sanluqueña consiguieron soltarse por ellos mismos, con la ayuda de unas tijeras de costura. Tanto el anticuario como su esposa y suegra se encuentran en perfecto estado de salud y no presentan ninguna lesión de gravedad, ya que sólo recibieron ‘empujones’ por parte de los asaltantes a la vivienda.
INVESTIGACIÓN
A la mañana siguiente, un equipo de policía judicial de la Comisaría Nacional de Sanlúcar se hizo cargo de la investigación, acompañando al anticuario hasta la vivienda para intentar aclarar el alcance del robo e identificar los objetos sustraídos.
Como consecuencia del atraco, la Policía Nacional montó un dispositivo de búsqueda de manera coordinada con agentes de la Policía Local de Sanlúcar, para tratar de identificar y localizar a los delincuentes. Las labores de búsqueda se reforzaron con otro control, esta vez a cargo de la Guardia Civil, que vigiló los accesos a Sanlúcar desde la carretera de Jerez de la Frontera. El control se centró en la identificación de vehículos tipo furgoneta, donde los asaltantes pudieran trasladar los objetos sustraídos.
Con todo, la Policía Nacional ha descartado que se trate de una banda organizada de delincuentes procedentes de países del Este, que pudiera estar actuando en esta zona. Las declaraciones de la víctima apuntan a que los asaltantes eran de la propia ciudad o de la provincia de Cádiz, por algunas expresiones que utilizaron durante el atraco, como ‘quillo’. Además, la forma en la que accedieron a la vivienda, aguardando a sus propietarios, lleva a los investigadores a pensar que se trataba de gente que conocían la actividad del anticuario y que habían estado vigilando sus movimientos eligiendo el momento más propicio para acceder a la vivienda y perpetrar el robo.
El estado de nervios que sufría la víctima impidió incluso que presentara formalmente la denuncia ante la Policía Nacional, que finalmente este jueves tomó declaración formal a Vicente Rabadán sobre el asalto a su vivienda.
La Policía Nacional mantiene abierta la operación, centrando ahora la investigación en la localización de los objetos robados, a través de casas de empeño, donde los atracadores pudieran haber llevado las joyas, o bien, investigando la posible venta de los cuadros y las colecciones de monedas antiguas a otros anticuarios del país. Para ello, trabajan en la identificación exacta de las piezas sustraídas al anticuario en su domicilio, una antigua casa de Cargadores de Indias que en el año 2004 llegó a recibir un premio por su estado de conservación.
El suceso ha conmocionado a la población sanluqueña, al tratarse de una familia muy conocida en la ciudad.
