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Sanlúcar

La escudería sanluqueña Racing Engineering no tuvo suerte en el Circuito de Montmeló

Confía en remontar el vuelo en su próxima cita, que será en Mónaco

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  • Uno de los monoplazas -

Debido a una penalización de 20 segundos al término de la carrera larga, Stefano Coletti se vio relegado a la 16ª posición de parrilla en la segunda prueba de GP2 Series celebrada en Barcelona, mientras que Raffaele Marciello partía desde el puesto 25 como consecuencia de su abandono en la primera vuelta del día anterior. La lluvia que caía de noche hacía que toda la goma acumulada en pista desapareciese, y que además todavía se encontrasen parches húmedos fuera de la trazada. Además, la temperatura del aire y de la pista era mucho más baja que anteriormente con 19 y 21 grados respectivamente, por lo que el asfalto iba a tener mucho menos grip que en días anteriores.

La carrera al sprint del día siguiente se disputaba a lo largo de un total de 26 vueltas, partiendo todos los coches con los neumáticos Pirelli de compuesto duro. En cuanto las luces del semáforo se apagaron Stefano hizo una salida limpia, moviéndose hacia el exterior en la primera curva para comenzar rápidamente a ganar posiciones, completando una impresionante primera vuelta en la que recuperaba siete puestos para situarse noveno y pegado a la caja de cambios de Richelmi. Las posiciones se mantuvieron sin cambios durante las siguientes vueltas, y en el sexto paso por la línea de meta Stefano comenzaba a tomar partido en una gran batalla por la tercera plaza, con siete coches separados por menos de 5 segundos.

En la vuelta 10, los monoplazas del 4º al 10º estaban en un gran grupo donde la mayor preocupación era controlarse los unos a los otros y evitar cometer errores, ya que al estar rodando todos tan cerca el más mínimo fallo podía suponer la pérdida de varias posiciones. Poco a poco los pilotos de cabeza también se vieron presionados por este grupo de monoplazas, y a tan solo 10 vueltas para el final los 12 primeros coches se encontraban separados por apenas 9 segundos, aunque adelantar seguía siendo muy difícil, a lo que se debía sumar que muchos monoplazas comenzaban a sufrir problemas con sus neumáticos. A falta de cinco vueltas para el final Stefano conseguía adelantar a Evans para situarse octavo, fijando como su próximo objetivo a Richelmi al que tenía a tan sólo 3 décimas, pero no quedaban suficientes vueltas y el piloto del equipo español tendría que conformarse finalmente con la octava posición.


Lello hacía una buena salida desde el fondo de la parrilla, ganando 5 posiciones para completar la primera vuelta el 20º y continuando su gran progresión en el siguiente giro, siendo 16º justo detrás de Izawa al término de la segunda vuelta. En la vuelta seis, Lello todavía se encontraba en una dura lucha con Izawa y situado en un grupo de pilotos que luchaban por la décima posición y donde todos buscaban la forma de adelantar, pero debiendo tener especial precaución debido a las zonas húmedas fuera de la línea de carrera. Cuando la carrera llegaba a su ecuador, Lello continuaba persiguiendo a Izawa, pero además tenía a Abt rodando a su estela, por tanto el piloto de Racing Engineering debía asegurarse de no conceder oportunidades de adelantamiento al monoplaza del equipo Hilmer, algo que no pudo conseguir en la vuelta 23, cuando ya sin oportunidad de pasar a los coches de delante, perdía una posición con el piloto alemán terminando en el puesto 16.

Las condiciones climatológicas para la carrera larga  a 37 vueltas en el Circuito de Montmeló eran muy similares, con unas temperaturas en el aire y en la pista de 28 y 47 grados respectivamente. Después de la excelente actuación por parte de los pilotos de Racing Engineering en la calificación d, Stefano Coletti y Raffaele Marciello comenzaban la carrera desde la segunda fila de parrilla en la tercera y cuarta posición. Los dos monoplazas arrancaban con el compuesto blando de Pirelli, pero la alta temperatura del asfalto hacía que conservar los neumáticos fuese muy importante.
Una vez los coches se colocaron en la parrilla y las luces rojas del semáforo se encendieron, la salida tuvo que ser abortada al quedarse el "poleman" Richelmi clavado en su posición, debieron empezar entonces desde el fondo de la parrilla. Esta circunstancia hacía que Stefano fuese ahora segundo y tuviese la pista despejada por delante suya, mientras que Lello era tercero. La segunda salida ya fue limpia y Stefano hizo un gran arranque, apurando la primera curva por el exterior de Palmer para tomar el liderato, pero en ese momento un toque con Evans hacía que Stefano hiciese un trompo y se saliese de pista, con el resultado de un neumático trasero pinchado, siendo obligada la aparición del coche de seguridad por lo que aprovechaba para entrar a boxes y sustituirlo.

Una vez se retiraba de pista el Safety Car en la vuelta 5, Stefano se encontraba en la 22ª posición a más de 22 segundos de su más inmediato rival, con lo cual el objetivo pasaba a ser el de recuperar el mayor número de puestos posibles de cara a tener una mejor posición de parrilla para la carrera al sprint. A pesar de este contratiempo, el piloto del equipo español indicaba por radio al equipo que su coche "todavía era increíble" demostrando la buena puesta a punto realizada las jornadas anteriores. En la vuelta 8, el joven piloto monegasco realizaba su parada obligatoria en boxes para volver a pista todavía en la 22ª posición, pero en ese momento estaba siendo uno de los coches más rápidos sobre el asfalto, lo que le servía para reducir rápidamente la diferencia con los coches de delante.

Pasada ya la vuelta 15 Stefano era 21º a sólo 1 segundo de Canamasas, adelantando en la siguiente vuelta al monoplaza de Trident para centrar su objetivo en Quaife-Hobbs, que tenía todavía 13 segundos de ventaja. Pero el monoplaza del equipo con base en Sanlúcar de Barrameda era cada giro el coche más rápido en pista, rodando entre uno y dos segundos por vuelta mejor que los pilotos que tenía en frente. Stefano mantenía constantemente este fantástico ritmo, llegando a ser el único en rodar en 1 minuto y 36 segundos, por lo que en la vuelta 23 la diferencia con el monoplaza del equipo Rapax se veía reducida hasta los 4,6 segundos.
En la vuelta 27 Stefano había escalado hasta la 16ª posición cuando varios pilotos que iban por delante suya comenzaron a realizar sus paradas en boxes, y aunque la degradación de sus neumáticos, que tenían ya 20 vueltas de vida, empezaba a acusarse, el piloto de Racing Engineering continuaba apretando a sus rivales, llegando a situarse 11º a tan sólo 6 vueltas para el final, aunque por detrás comenzaba a sentir la presión cada vez más fuerte de Trummer, que aparecía con unas gomas mucho más nuevas. A partir de ese momento llegaría una intensa batalla por el 5º puesto con nueve monoplazas separados por menos de 5 segundos, y con Stefano en medio del grupo tan sólo 6 décimas por detrás de Quaife-Hobbs, pero en la última vuelta cedía una posición con Richelmi teniendo que conformarse finalmente con ser 12º.
Lello hacía una salida lenta y se veía sobrepasado por ocho coches en la primera curva, pero además posteriormente cuando empezaba a remontar posiciones se veía involucrado en un toque con Binder, lo que le llevaba a tener que parar para poner un nuevo neumático trasero derecho mientras el Safety Car estaba en pista, viéndose finalmente obligado a la retirada debido a los daños en su coche.

La próxima cita de las GP2 series 2014 será en Mónaco en estos próximos días. El equipo Racing Engineering tratará de traducir su indudable buen ritmo en carrera y calificación en resultados positivos.

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