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Sevilla

Citan a uno de los tres médicos imputados por la muerte del indigente polaco

La juez de Instrucción número 5 de Sevilla ha citado a declarar como imputado a uno de los tres médicos del Hospital Virgen del Rocío que atendieron al joven polaco que falleció el día 2 de octubre de 2013 en el centro de acogida municipal después de haber sido dado de alta

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La juez de Instrucción número 5 de Sevilla ha citado a declarar como imputado este martes a uno de los tres médicos del Hospital Virgen del Rocío que atendieron a Piotr Piskozub, el joven polaco que falleció el día 2 de octubre de 2013 en el centro de acogida municipal después de haber sido dado de alta en el referido centro hospitalario.

   Por medio de una providencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la juez de Instrucción número 5, Beatriz González Sánchez, cita este martes a declarar, a partir de las 12,00 horas, a una médico identificada como M.A.R.F., a fin de "hacerle saber el objeto de la imputación y, en su caso, recibírsele declaración".

   Asimismo, la juez ha citado a declarar el próximo jueves a los otros dos médicos imputados en esta causa, identificados como F.R.R. y C.A.S., respectivamente, mientras que el miércoles ha citado, aunque como testigo, al responsable del servicio de Urgencias del Virgen del Rocío.

   En la providencia donde imputó a los tres médicos, la juez libró oficio además al Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía a fin de que identifiquen al enfermero que atendió al joven polaco en la Sala de Triaje del hospital.

   La imputación de los tres médicos del Virgen del Rocío se produjo después de que los forenses concluyeran en un informe elevado al Juzgado que Piotr, que medía 1,85 centímetros y pesaba 45 kilogramos, no recibió en el centro hospitalario el tratamiento adecuado a la "desnutrición severa" y a la "delgadez extrema" que presentaba.

   El informe forense argumenta que lo "preceptivo" era la hospitalización de la víctima para "tratar de manera específica la malnutrición, corregir las carencias, suprimir las anomalías metabólicas e iniciar la alimentación", y, en segundo lugar, para "realizar las pruebas complementarias pertinentes para diagnosticar las posibles situaciones que puedan originar una malnutrición secundaria, ya que es esta la más frecuente en los adultos".
EL INFORME DEL HOSPITAL

   En su día, el Hospital, a través del coordinador de Urgencias citado ahora como testigo, emitió un informe en el que relató que el joven polaco ingresó a las 00,29 horas y "fue inmediatamente valorado" en la Sala de Triaje por el profesional de enfermería asignado, quien, como es habitual, lo interrogó sobre el motivo de su consulta y las molestias que tuviera.

   No obstante, y según el centro hospitalario, el facultativo "no obtuvo ninguna demanda asistencial, sino quejas vagas respecto del abandono sufrido por su grupo de amigos", de manera que "en esas condiciones" el profesional "identificó el motivo de consulta como probable problemática social", asignando al paciente a una consulta donde se encontraba de guardia el facultativo interno residente de segundo año en medicina interna.

   Este exploró al joven polaco, que "se encontraba consciente y orientado en espacio, tiempo y lugar" y que indicó al facultativo "su nombre, procedencia y que vivía en la calle, que no ingería alimentos y que bebía alcohol", pero "no expresó sintomatología alguna que orientara a problema orgánico", pues "lo único que refería es que deseaba comer y dormir bajo techo".

   A ello se suma que "presentaba aceptable estado general, estaba consciente, orientado y colaborador, sin fiebre", mientras que sólo presentaba una herida superficial en la rodilla izquierda, aunque dijo que ésta "no le suponía problema y que no experimentaba dolor".

SÓLO UNA HERIDA EN LA RODILLA

   "En esas condiciones, dado que el paciente no tenía queja somática alguna, ni presentaba signos de proceso en curso que requiriera atención urgente, y estando plenamente convencido que su problema fundamental era social", el facultativo consultó con dos médicos adjuntos del servicio de Urgencias "para solicitar asesoramiento sobre los recursos sociales a ofertar a esta persona y el manejo de la herida apreciada en su rodilla izquierda, a pesar de que no se quejaba de ella".

   Los médicos adjuntos "tuvieron oportunidad de hablar" con el joven "y conocer de sus manifestaciones en el sentido de no requerir atención médica", y de hecho "al tratar de inspeccionar la herida de la rodilla", el paciente "se enfadó insistiendo en que no tenía problemas con esa lesión y que sólo requería alimentos y cobijo".

   En relación a su estado físico, todos los profesionales sanitarios que intervinieron "manifiestan que estaba delgado, pero no caquéctico, con peso apreciable superior a los 30 kilos", por lo que "se concluyó que se trataba de un problema de ámbito social y que lo más acertado en ese momento era, siguiendo el protocolo establecido, ponerse en contacto" con la Unidad Municipal de Emergencias Sociales y Exclusión Social (Umies).

EL ALTA

   Posteriormente, el joven polaco se trasladó a la sala de espera y, más tarde, fue trasladado por personal de Umies al centro de atención municipal, pues "no precisaba de transporte sanitario, ya que deambulaba sin dificultad", siendo dado de alta a las 2,06 horas del 2 de octubre.
 

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