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Sevilla

El código ético de Ikea, “un producto de marketing más”

CCOO pide una investigación interna y que se depuren responsabilidades en la tienda de Castilleja

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  • Ikea Sevilla -
  • subcontratas: CCOO dice que Ikea era “conocedora” de las condiciones y lo consintió
  • reproche moral: El código ético garantiza que no haya explotación laboral
  • la respuesta: Ikea “no va a hacer nada”, una actitud soberbia y poco negociadora

Ikea era conocedora de las circunstancias de contratación de los trabajadores de CM Auxiliares y lo estuvo consintiendo y respaldando durante años”, asegura Faustino García, representante de CCOO en Ikea Sevilla, una contundencia que acompaña con la indignación hacia la multinacional sueca: “el código ético es un producto de marketing más.

Los representantes de CCOO en el comité de empresa de la tienda de IKEA en Sevilla, tras tener conocimiento de unos hechos “que nos constan que han pasado”, han pedido tanto a la dirección la empresa en el centro de Castilleja de la Cuesta como a la dirección en España que se abra una investigación interna y que se depuren responsabilidades.

“Nadie quiere asumir responsabilidades porque eso implicaría un despido o un cese o una dimisión” del directivo que hubiera permitido que, durante años, fueran concatenando contratos y superando los horarios o cobrando por debajo del convenio. “Las subcontratas tienen que entregar los TC1 y los TC2”, recalcaba García, por lo que Ikea era perfectamente conocedora de las circunstancias”.

Código ético

“Entendemos claramente que es una responsabilidad de ellos mismos, de Ikea”, especialmente porque son ellos los que trasladaron a su propio código ético y de conducta (IkeaWay) sus acuerdos internacionales contra la explotación laboral que garantizan unas condiciones adecuadas de trabajo en las empresas subcontratadas. Y eso, según García, es lo que más les “indigna”, porque “el código ético de Ikea es un producto de marketing más.

La respuesta que les han dado desde la dirección de Ikea ante su reclamación de una investigación interna es que “no van a hacer nada” y que van a esperar a que se pronuncie la justicia puesto que los trabajadores ya han iniciado la vía judicial, una actitud “muy soberbia y poco negociadora, reconoce.

Para García, los trabajadores demandantes tienen una “buena posición judicial para su reclamación”, pero, al margen de ese proceso judicial, “la explotación laboral que han sufrido” nadie se la va a reparar y la empresa se merece el “reproche social” porque vive de esos trabajadores y les tiene que devolver un comportamiento ético.

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