La recogida selectiva de residuos se consolida en Sevilla, ya que uno de cada cinco residuos que se depositan en los 23.000 contenedores de la ciudad se hace de forma selectiva, es decir, en el contenedor que le corresponde a cada residuo, una cifra que se va consolidando y que, además, permite reducir la emisión de Co2 a la atmósfera, superando las 19.000 toneladas de gases de efecto invernadero.
En 2019, según datos ofrecidos por el Ayuntamiento de Sevilla, Lipasam recogió en los diferentes contenedores y servicios de la empresa municipal de limpieza 340.273 toneladas de residuos urbanos en toda ciudad, unas 6.500 toneladas más que durante el año 2018 y dicho incremento, según fuentes municipales, se localizó casi en su totalidad en la recogida selectiva.
Según los datos aportados, del total recogido por Lipasam, casi 62.000 toneladas fueron de forma selectiva, lo que supone un 11,5% más que en 2018 y un 37,5% más que en 2014. Lipasam destaca especialmente el porcentaje de la recogida selectiva respecto al total de residuos recogidos, ya que ha pasado del 13,8% al 18,1%.
La importancia de estos datos estriba en que los residuos recogidos de forma selectiva tienen establecido un sistema de tratamiento y recuperación, que “de acuerdo con los actuales criterios medioambientales, tiene como principal objetivo propiciar su máximo aprovechamiento y evitar impactos negativos sobre el Medio Ambiente”.
Así, según los datos aportados, alrededor de 259.000 toneladas fueron depositadas en los contenedores para la fracción resto, mientras que más de 33.000 toneladas tuvieron como destino los contenedores para Recogida Selectiva de Envases Ligeros (Plástico, Bricks y Latas), Envases de Vidrio, Biorresiduos y Papel y Cartón, incrementándose un 10,4% con respecto a 2018 y un 54,5 % con respecto a 2014.
El resto de los residuos recogidos de forma selectiva, hasta las cerca de 62.000 toneladas citadas, se obtienen mediante otros mecanismos y servicios, como pueden ser los 14 nuevos Ecopuntos puestos al servicio de los ciudadanos en todos los distritos municipales o los 4 Puntos Limpios existentes en la periferia de la ciudad.
Las fuentes municipales también han querido destacar la buena acogida que han tenido los Ecopuntos, puesto que muchos de los incrementos que se producen en recogida selectiva se deben a estas nuevas instalaciones.
Así, entre los residuos que más se han incrementado con respecto a 2018, incluyendo también los recogidos en los Puntos Limpios, está el aceite doméstico usado, con un incremento del 91%, superando los 99.000 kilos; las radiografías y el material fotográfico con un 87%, alcanzando los 5.300 kilos; las pilas con un 61%, superando los 19.300 kilos; y los RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) con un 38% superando los 488.000 kilos.
El contenedor gris
Los residuos generados en los domicilios particulares, hostelería y comercios en general, que durante 2019 fueron depositados mezclados en el contenedor gris, sin separación previa (más de 259.000 toneladas), fueron trasladados al Centro de Tratamiento, donde tras pasar por un proceso de selección en el que se separan distintos productos que se han mezclado en el contenedor de tapa gris, como vidrio, papel o envases de distintos tipos, los residuos orgánicos son sometidos al proceso de compostaje, para fabricar abono orgánico que tiene utilidad como fertilizante, sobre todo como regenerador del terreno.
Desde Lipasam destacan el hecho de que la separación que se realiza en este centro es menos efectiva que la que se puede realizar en los hogares, de ahí la importancia de separar los residuos en el propio hogar.
La fracción de estos residuos que no puede ser aprovechada para la fabricación de abono, y que se llama “rechazo”, se deposita en un vertedero controlado, del que se extrae el biogás, principalmente compuesto por gas metano. Este gas se procesa en una instalación que genera energía eléctrica, con lo que se completa el aprovechamiento de la fracción más importante de los residuos generados en la ciudad.
El avance en la recogida selectiva y el reciclado es necesaria para el medio ambiente pero también la UE obliga a esa mejoraría. Así, la Directiva de Residuos y el Paquete de Economía Circular establece que en 2020 la mitad de los residuos municipales sean reutilizados o reciclados. En 2025, esta cifra debe ser del 55%; en 2030, del 60%; y en 2035, del 65%. En cuanto a los envases, en 2025 el 65 % de los residuos de envases tendrán que ser reciclados, y el 70% en 2030. Y en 2030, todos los envases de plástico deben ser reciclables.
Los ciudadanos, la pieza clave para la reducción de emisiones
Los responsables municipales han destacado el incremento experimentado por los residuos en 2019 con respecto a los últimos años, ya que se han estabilizado las cifras de residuos recogidos en los contenedores con distintivo gris (fracción resto), pero se han incrementado los recogidos en otros contenedores destinados a la recogida selectiva, producto, fundamentalmente, del aumento de la colaboración ciudadana.
Sin embargo, Lipasam “no cesa”, aseguran en su esfuerzo para que estos resultados sigan en aumento y los ciudadanos conciencien aún más en esta materia y realicen la separación de los residuos en origen. Para ello tiene diseñado un amplio programa educativo y de concienciación en el que el año pasado participaron más de 72.000 ciudadanos.
La importancia de la separación en origen estriba principalmente en que repercute de forma positiva sobre el medioambiente, ya que se estima que la recuperación de los residuos seleccionados por los ciudadanos, han evitado la emisión de más de 19.000 toneladas de GEI (gases de efecto invernadero), con una mejora del 10% debido al importante incremento de la recogida selectiva de los residuos.
Así, al reciclar los residuos, cada sevillano ha dejado de emitir a la atmósfera en 2019 el equivalente a 28 kilogramos de CO2.
Por otra parte, señalan desde el Ayuntamiento, con esa separación se produce un ahorro importante de materias primas, al conseguirlas a través del reciclaje, y además se reducen los residuos con destino a vertedero.