Como consecuencia de las medidas preventivas promovidas contra la propagación del coronavirus Covid-19 y la implantación del estado de alarma con severas restricciones a la movilidad y a la actividad económica, la sociedad Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam), perteneciente al Ayuntamiento hispalense, prevé reducir sus servicios un 50 por ciento desde el próximo lunes dada la caída experimentada en el número de viajeros, según han confirmado a Europa Press fuentes municipales.
Según tales fuentes, fruto del decreto del Gobierno central mediante el que se implanta el estado de alarma, que restringe los movimientos de la ciudadanía a los desplazamientos laborales o para la adquisición de productos alimenticios o de primera necesidad, entre las pocas causas justificadas, el número de viajeros contabilizado por la empresa ha bajado aproximadamente "un 92 por ciento" durante estos días.
Más al detalle, de un total de una oferta media diaria de 735.000 plazas, los autobuses de Tussam no están cosechando ni 25.000 pasajeros estos días y la previsión empeora de cara a la semana que viene. Es más, según los datos recogidos por la empresa, la media de viajeros por cada vuelta y autobús se reduciría a cinco personas. Así las cosas, la dirección de Tussam ha dispuesto reducir un 50 por ciento los servicios desde el lunes que viene.
El metro de Sevilla y el Consorcio Metropolitano de Transportes de Sevilla, como se ha informado, han reducido ya las expediciones de sus trenes y autobuses para ceñirlas a la bajada de la demanda también experimentada por el subrurbano y los autobuses interurbanos.
Dado el caso, y según han indicado a Europa Press fuentes sindicales y municipales, en los últimos dos días la dirección de Tussam y la representación de la plantilla han estado negociando cómo acometer la mencionada reducción de servicios, para lo cual la propuesta inicial de la empresa habría sido eludir un hipotético expediente de regulación de empleo (ERTE) mediante opciones de "flexibilidad de la jornada laboral" como jornadas partidas, adelantar la consumación de parte de los periodos vacacionales o anticipar turnos de descanso.
Al no mediar acuerdo, se habría debatido también la opción de una fórmula mixta, según la cual cada trabajador decidiría si acogerse a las medidas ya descritas o adherirse voluntariamente a "un ERTE" que según la empresa contaría con condiciones "mejoradas", toda vez que tampoco habría mediado acuerdo sobre esta posibilidad y ambas partes seguirían en contacto para resolver finalmente cómo acometer la reducción de servicios desde el lunes que viene.
