La única manera en que VOX y el resto de la derecha puede prosperar en un país acogedor, solidario y abierto como España es fabricando miedo, haciéndose ver como imprescindible mano dura para salvarnos de no sé qué cosa que va a venir a por nosotros de manos de los inmigrantes, el feminismo y los derechos LGTBI. Para eso, les ha sido necesaria la teoría de que los extremos se tocan, y de que el respeto por los Derechos Humanos y por la Constitución Española es un extremo.
Y que ese extremo lo representa Podemos.
Sin embargo, la concejala de Bormujos Carmen Cariciolo ha anunciado que abandona VOX, y que se va a no adscritos, por dos motivos. El primero, que denunció un caso de corrupción por parte de su compañero de grupo municipal, que VOX ha querido silenciar, y que a ella misma la han obligado a contratar gente a dedo, lo que parece una práctica habitual del partido. A partir de ahí, al parecer, no la dejaban siquiera hacer comparecencias públicas sin control y tutela. El otro motivo es que se va a casar con otra mujer, y que además es inmigrante, y al parecer por ese lado las presiones han sido bastante mayores.
Los extremos, insisten, se tocan. Pero, teniendo en cuenta que la reacción intenta asemejar a Podemos con la peor cara de los regímenes totalitarios comunistas, ¿cuál sería la equivalencia a este caso? Por ejemplo, ¿se le ha hecho la vida imposible a algún representante público de Podemos por tener una empresa? ¿Por ser heterosexual? ¿Por ser religioso o salir en Semana Santa? Esta mujer se va de VOX porque dice que ampara a la extrema derecha. ¿Alguien se ha ido de Podemos porque se haya dado cuenta de que su ideología es más de izquierdas de lo que anuncian? Al contrario, esporádicamente protestan algunos militantes o exmilitantes que acusan a la formación de reformista en lugar de revolucionaria, de socialdemócrata. De gobernista.
¿Qué extremos se tocan? VOX tenía un ideólogo economista que decía que el estado solo debe proveer de seguridad interior, exterior y justicia, y que todo lo demás debe ser privado. Eso quiere decir que, si VOX ganase, si por VOX fuese, la Sanidad y la Educación serían privadas. Los pobres no pueden estudiar. Los pobres se mueren en la cama o en la cuna. Querer que se asegure con cargo a los Presupuestos Generales del Estado que todo el mundo goce educación y sanidad, independientemente de su renta, no es un extremo; es el centro de todas las cosas. Es el centro de nuestra civilización. Todo lo que no sea ese centro es oscuridad y Medievo. Es como acusar de extremistas a quienes querían abolir la esclavitud. ¿Cuál es el termino medio en esa disputa?
Así que ahora mismo hay dos caminos posibles. Acercarse a la civilización occidental o alejarse de ella. Quien se aleje del reconocimiento de los Derechos Humanos y de los valores ilustrados, Igualdad, Libertad y Fraternidad, está en el oscuro y peligroso extremo de las cosas, donde hay una puerta que solo traerá demonios. Y parirá esclavos.
