Como uno de los 26 millones de hijos de puta a los que te gustaría fusilar, te pido que no me pilles bajando al perro, porque es muy desobediente y lo mismo se nos escapa cuando me pegues el tiro, que entiendo que tendría que ser por la nuca para que no te acabes comiendo el arma; solo faltaría que la policía municipal le pusiera una multa a mi familia por abandono de mascota. Eso acabaría siendo una cosa como en los peores excesos de la dictadura comunista china, cuando te fusilaban y le hacían pagar a tu familia el coste de la bala.
Hablando de todo un poco, y ya que en los papeles consta que Glenn está a nombre de mi hija, fíjate cómo son las cosas de la memoria, esto me ha recordado a una maravilla que hacían en Internet cuando ella era chica, no sé si lo seguirán haciendo. Era un vídeo en que los Reyes Magos o Papá Noel felicitaban la Navidad a quien tú quisieras. Solo tenías que rellenar el nombre del o de la peque, y un par de cosas más, y como los actores del vídeo habían grabado cientos de nombres y distintas frases de recurso, al final el montaje se ordenaba de modo que nuestra hija escuchaba: «Hola, ANDREA, me dicen que tienes, CINCO AÑOS...» ¿Te suena?
Sí, es lo mismo que la sorpresa que recibisteis en forma de audio grabado por Santiago Abascal, que os hizo sentiros especiales, como si alguien le hubiera hablado muy bien de vosotros y Papá Abascal, ¡hohoho!, se hubiese molestado en dedicaros cuatro fachasegundos de su tiempo. «Me dicen que es obligatorio saludar a este grupo. Un abrazo a todos y ¡Viva España!» Yo, que como buen hijo de puta tengo un sentido del humor afilado, reconozco que llevo un rato riéndome por algo que seguro que te va a costar trabajo asimilar, que posiblemente no querrías que nadie te hiciera ver, pero bueno, pongamos que es una venganza adelantada por lo del tiro en la nuca y la multa del perro: ese audio no era para vosotros. Fíjate que ni os menciona, ni explica por qué saluda ni dice nada al respecto de vuestro oficio, ese al que deshonras con tus delirios de golpista. Y me río, de verdad, me río de vosotros, porque me estoy imaginando lo que habrán pensado en el club de caza y montería de un pueblo de la sierra cuando hayan visto la noticia de vuestra charlita y hayan dicho: «Joder, pero si ese es el mensaje que nos mandó Santi a nuestro grupo...» Que debe ser más o menos lo mismo que hayan pensado, y el ridículo que deben haber sentido, en un chat de JUSAPOL o uno de animosas juventudes con el pelo cortito llamado algo en plan SS18SS. Porque Abascal es flojo hasta para mandar audios y eso provoca, seguramente, que haya perdido el control de los grupos de Whattsap por los que anda rulando su abrazo a todos.
¿Os pensabais de verdad especiales? Verás, los líderes de VOX, no es que no sean fachas como tú, que lo son, pero antes son siervos de las élites económicas, de bancos transnacionales y multinacionales de comunicación, transporte, energía y ladrillo. Tú, para ellos, eres un tonto útil, porque para ti, en su plan político, solo reservan alardes sin peso económico específico a nivel global: defensa en torno a la figura del rey; del que sea, aunque fuese un mangante dedicado a la buena vida de modos que torpedean cuarenta veces la línea de flotación de tus valores conservadores. De la tauromaquia; que ya ves tú, qué país más pobre seríamos si nos identificase un modo más o menos bizarro de sacrificar reses. De la unidad de España; que, perdona que te diga, es ahora cuando está asegurada, porque sois vosotros los que queréis expulsar a vascos y catalanes del Congreso, y por tanto del país, y ahora están aprobando los Presupuestos Generales del Estado, así que muchas ganas no tendrán de irse. Del ejército; pues los únicos que defienden los derechos y la dignidad de militares y guardias civiles son gente a la que queréis dar el paseíllo.
VOX vende una España tan insustancial y estúpida como tus pataletas.
Pero una vez que la peña se olvide de ti, siempre te quedará ese afectuoso mensaje de Santi para que te lo pongas una y otra vez cuando vayas a la cama, como Renfield escuchando la voz del amo. Aunque al menos Renfield tuvo honor en sus últimas horas, y murió para detener una plaga, no para extenderla. Por cierto, si te da asco más de la mitad de la gente que vive en España, el que sobra eres tú, aunque, afortunadamente, el tiempo tiene sus propias balas.
