El nuevo delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, se ha comprometido hoy a tener "lealtad y diálogo" con otras administraciones en su toma de posesión, acto en el que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha abogado por afianzar la fortaleza de España y seguir reformando.
Sanz ha asegurado, tras jurar el cargo, que siempre tendrá "la mano tendida" al frente de la Delegación del Gobierno en Andalucía y ha dicho que sabrá distinguir "el interés partidista del servicio general" para la comunidad.
Ha afirmado que será un delegado "abierto y dialogante, de todos y para todos" y ha subrayado que su "empeño" será "que se conozca en Andalucía mejor al Gobierno de España, no por lo que se dice, sino por lo mucho que hace".
Ante un "difícil reto" que asume "con gran responsabilidad", Sanz ha resaltado su "triple compromiso", de acatar el Estado de derecho y la Constitución, la lealtad y el diálogo con otras administraciones, y con "la salida definitiva de la crisis".
Sanz ha explicado que cree "profundamente" en el Estado de las autonomías y en el "máximo autogobierno", pero siempre con lealtad institucional porque "quien se pasa el tiempo echando la culpa al otro no es más que por el reconocimiento de su fracaso".
"Siempre he pensado que las sociedades con más futuro son aquellas que tienen capacidad para buscar puntos de encuentro", ha agregado Sanz, quien ha reconocido el trabajo de los funcionarios, de las fuerzas de seguridad del Estado o de las fuerzas armadas.
Además, ha manifestado que seguirán honrando la memoria de los policías y guardias civiles asesinados por el terrorismo y de los que "dejaron su vida en cumplimiento del deber".
Ha agregado que se siente "muy feliz y muy honrado" con la "confianza" del Gobierno central y "muy apasionado" con la nueva responsabilidad.
Ha resaltado la confianza del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y de la vicepresidenta, así como de sus compañeros de partido, entre los que ha citado al vicepresidente de asuntos territoriales del PP, Javier Arenas, a la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, o al líder del PP-A, Juanma Moreno.
Asimismo, ha destacado el legado que deja su antecesora, Carmen Crespo, "una muy brillante etapa al frente de la Delegación y un listón que está muy alto".
Por su parte, Sáenz de Santamaría ha destacado que el delegado del Gobierno en Andalucía es "pieza clave" del Ejecutivo central porque "es la imagen, voz y tarea" de Mariano Rajoy en la comunidad, y ha resaltado que han "elegido bien" con Sanz, una persona "que sabe dar batallas pero también llegar a consensos".
Ha recordado que ambos han hecho "muchos kilómetros en Andalucía" y ha manifestado que ahora abre una "nueva etapa" en un cargo que requiere "una intensidad de trabajo que nunca le ha faltado".
"El delegado del Gobierno es la antena del Gobierno en cada comunidad, quien mejor puede actuar como correa de transmisión de los problemas y necesidades", ha apuntado la vicepresidenta, quien ha señalado que Sanz tiene "el encargo especial" de trasmitir al Ejecutivo "cualquier demanda de cualquier andaluz en cualquier rincón de Andalucía".
Sáenz de Santamaría ha asegurado que Andalucía siempre ha sido una prioridad para el Gobierno y ha destacado que ahora "la rueda de la economía comienza a moverse en España", por lo que toca "consolidar esa fortaleza" y "seguir haciendo reformas, modernizando y transformando al país".
En víspera del debate sobre el estado de la nación, ha dicho que "toca" devolver a las clases medias el "esfuerzo" que han hecho y la "solidaridad" que han tenido "en cualquier rincón de España".
Ha manifestado que el Gobierno trabajará ahora por conseguir que la recuperación se traslade a todos los sectores y ha subrayado que España ha demostrado que "es capaz de dar lo mejor de sí misma" y las clases medias "han soportado todos los rigores de la crisis y han demostrado que es lo que vertebra a un país".