El Centro Cultural “Pablo Ruiz Picasso” acogerá el próximo jueves, día 7 de noviembre, a las 19,30 horas, una interesante charla-coloquio sobre el libro “El Toc Toc de la Conciencia”, en la que estará presente la autora, la fisioterapeuta Gina Ariza, acto incluido en la programación cultural prevista para este mes.

 

Gina Ariza ejerce la profesión de fisioterapeuta desde el año 1989 para el Servicio Andaluz de Salud. Desde muy joven desarrolló un interés especial por la esencia de la vida. La inquietud y la búsqueda de lo que somos le ha llevado con convencimiento y con certeza a escribir sobre las inquietudes naturales de las personas.

 

Además, su profesión le ha permitido estar de forma cercana en contacto con las personas, lo que a su vez ha supuesto un entrenamiento, un redescubrimiento y una fascinación constante por el entramado humano y la dualidad de su ser, de la convivencia mutua y de la aceptación permanente.

 

El prólogo del libro resume así su espíritu: “No puedo rebatir en lo que crees, no puedo cambiar en lo que confías, y no puedo tambalear el sentimiento que te sostiene. Nada de la existencia me permite hacerlo, he de respetar lo que eres y lo que te hace ser tú. Solo puedo hacerte partícipe de mi creencia y mi camino, y si en algún momento es afín a ti, compartiremos el recorrido que nos toque seguir. Reconociendo, que no estamos en poder de ninguna verdad, bien sabido es que la verdad no es una. Tan solo el humano es capaz de semejante osadía, creerse en poder de una verdad que no le pertenece y de la cual tan solo forma parte. En la humildad del Ser, está el reconocer nuestro lugar dentro de esa verdad. Por eso, lo que tan solo podemos hacer es exponer nuestra percepción de la vida y de lo que en ella acontece. Este toc-toc de mi camino, que abrió la puerta del reencuentro de mi alma, ha de ser compartido, como compartidos han de ser todos los reencuentros. Ya que, si alguien aún no escucha su llamada, pueda al menos percibir su presencia y reconocerla a pesar de la razón bulliciosa de su individuo.La razón no es más que la razón, que ante el silencio del Ser, no podrá hacer nada más que escucharlo”.