Un hombre de 45 años ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a ocho años de prisión por agredir sexualmente a una mujer con la que había pasado una noche de fiesta junto a un amigo, en una urbanización de San Vicente del Raspeig (Alicante).
El tribunal de la Sección Segunda considera probado que el procesado forzó sexualmente a la mujer en al menos dos ocasiones en contra de su voluntad, después de haber permanecido consumiendo alcohol y cocaína y de que ella accediese a realizar un baile erótico a cambio de dinero.
La sentencia detalla que el procesado, un amigo y la víctima de la agresión sexual compartieron una noche de fiesta el 4 de diciembre de 2019 en el domicilio del conocido del acusado en la que tomaron alcohol y consumieron cocaína.
En el transcurso de la velada, la mujer, de nacionalidad colombiana, accedió a realizar un 'streptease', después de que el procesado le ofreciese 100 euros, aunque dejó claro "que no iba a tener relaciones sexuales con él", tras lo que el propietario de la casa les dijo a ambos que abandonasen su casa.
El condenado ofreció a acompañar a la mujer a coger un taxi, pero al llegar a un descampado próximo "la tiró al suelo, la abofeteó" y le dijo que la "descuartizaría" si no hacía lo que le decía, por lo que la condujo hasta su casa, "le mostró un armario con armas de fuego" y le dijo que se quitara la ropa y que "si intentaba escapar, la mataría", tras lo que la tiró sobre un colchón y la penetró.
Además, la agresión sexual se reprodujo a la mañana siguiente, hasta que la víctima aprovechó un descuido del hombre para salir de la vivienda -encontrándose semidesnuda-, saltar la valla perimetral que la rodeaba y pedir ayuda a un vecino, que llamó a la Policía.
El tribunal considera que existen elementos que corroboran la versión de la mujer, como el relato del vecino que le prestó auxilio, quien aseguró que la encontró "demacrada, nerviosa y muy sucia", el relato de un agente de la Guardia Civil y el parte de previsión de sanidad elaborado tras el reconocimiento, que refleja "lesiones compatibles con la versión dada por la perjudicada".
Así, considera que los hechos probados son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual e impone al acusado la pena de ocho años de privación de libertad, más otros seis años de libertad vigilada y establece la obligación de indemnizar a la víctima en la cantidad de 12.000 euros por el daño moral ocasionado.
