El tiempo en: Vélez-Málaga

Arcos

“Han vendido el barrio por una miseria de euros”

Los vecinos del casco antiguo de Arcos se concentran ante la inminente ejecución de las obras del proyecto ‘Ciudad amable’

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Concentración de los vecinos del casco antiguo de Arcos.

Con la convocatoria de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, algo más de un centenar de personas se apostaron en la Cuesta de Belén, entrada al conjunto histórico, para visibilizar su malestar ante la inminente ejecución del proyecto ‘Arcos, ciudad amable’. Durante su concentración, lucieron algunos carteles contra la iniciativa del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, así como las maletas de viaje que, de forma simbólica y muy gráfica, utilizarían para abandonar sus hogares del casco antiguo por la incidencia de las obras.  

El presidente de los vecinos, José Luis Venegas, lamentó que se tuvieran que concentrar para protestar por un proyecto que atribuyen tanto al alcalde de la ciudad, el socialista Isidoro Gambín, como a la Junta de Andalucía, y que transformará el conjunto monumental para teóricamente hacerlo más accesible y agradable. Sin embargo, dejaron claro que ni quieren ni aceptan este proyecto porque “no consentiremos la destrucción del patrimonio de nuestro barrio”. En el documento leído en plena calle, el presidente aseguró que existe una parte oculta en un proyecto que los propios vecinos han solicitado a la Junta para su estudio. Se refieren a la instalación de un balcón de metacrilato en el mirador de la peña, “unas farolas de Ikea, unos aparcamientos para bicicletas y mucho hormigón”. Asimismo, señalan que las rejas de forja que fueron instaladas en el mirador en 1881 serán desmontadas y con ello un elemento típico de la plaza del Cabildo, para señalar irónicamente que “pasarán a algún chalet del Mesón”.

Venegas se preguntó “por qué si el alcalde quiere lo mejor para los vecinos de Arcos hace oídos sordos a sus demandas”. En cambio, aprovechó para reivindicar la rehabilitación de la plaza de abastos, “un servicio de autobús y taxi digno”, una farmacia para el barrio, cajero automático, mayor seguridad y otras carencias.

El documento leído en público también cuestionó la capacidad de crear zonas de estacionamiento de vehículos por parte del Ayuntamiento, ya que a día de hoy no se han construido las plazas previstas ante la supresión de los aparcamientos en la plaza del Cabildo, aunque haya gestiones a este respecto. “Prometió que se construiría el doble de aparcamientos de los que hay, ¿tampoco va a cumplir su palabra?”, manifestó en alusión al alcalde. El manifiesto criticó que mientras los vecinos tienen dificultades para realizar la más mínima obra arquitectónica con las normas de protección del casco antiguo, el Ayuntamiento sí puede alterar el patrimonio. “Los dirigentes de Arcos y de la Junta, que lo permiten dando autorización a tal aberración”, diría el presidente vecinal.

Asimismo, sostienen que el Ayuntamiento y la Junta “han vendido el barrio por una miseria de euros” –la inversión es de 1,2 millones de euros para la transformación de la plaza del Cabildo, la peatonalización de la calle Corredera y la construcción de un punto de recepción turística en el Paseo-. El manifiesto acabó con alusiones a la historia de la ciudad, cuando en 1852 se derribó la puerta de la calle Cuesta de Belén, una de las tres que custodiaban la ciudad musulmana amurallada; hecho que entonces fue considerado como “vandálico”, “los mismos hechos vandálicos que quiere hacer usted señor alcalde”, concluyó.

En el lado político, la concentración registró el apoyo de los concejales del grupo Ai-Pro Manuel Erdozain y Leopoldo Pérez. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN