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David López Ibáñez (Philharmonia Orchestra): “Soy afortunado de hacer lo que me apasiona”

Violín en la orquesta londinense desde 2021, David López (Castillo, 1994) tiene previsto realizar este 2023 una serie de recitales con la pianista Irena Radic

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  • El violinista David López Ibáñez.

La relación de David López Ibáñez con el violín comienza hace unos veinte años y en este tiempo ha conseguido hacerte un lugar profesionalmente hablando en la interpretación de este instrumento, pese a venir de unos últimos años muy difíciles tras la irrupción de la pandemia en 2020. ¿Como músico, qué puedes contarnos de esta última etapa en Londres? Estos últimos años en Londres han sido difíciles, como para todo el mundo, pero en especial para los artistas ya que la cultura es una de las cosas que la sociedad cree que es más prescindible en tiempos de crisis. Al menos en el Reino Unido hubo ayudas considerables para los autónomos y yo, personalmente, no tuve que hacer ningún trabajo fuera del mundo de la música, me dediqué a dar clases privadas, alguna grabación, ensayar con mi cuarteto y conciertos, aunque menos frecuentes que de costumbre. En 2021 me dieron la noticia de que me ofrecían un trabajo con la Philharmonia Orchestra y desde entonces los compromisos aumentaron y no paro, la verdad.

¿Con qué perspectivas profesionales llega este año 2023 que acabamos de iniciar? En este 2023 seguiré tocando con los grupos que toco normalmente, orquestas, grupos de música de cámara, mi grupo de música contemporánea, con quien haré más grabaciones. Tengo planes de hacer recitales con mi amiga pianista, Irena Radic, y el objetivo siempre es hacer sobre todo proyectos que me llenen e inspiren como artista, lo cual no suele estar ligado con prestigio en mi caso. Un recital para una comunidad local suele tener mayor impacto en mi que los auditorios de mayor renombre.

Precisamente este 2023 se cumplen diez años de tu llegada a Londres. ¿Qué luces y sombras tiene la capital británica para un joven músico español como tú? Londres es una ciudad increíblemente caótica en el mejor de los sentidos, siempre hay algo que ver o hacer. Las ofertas culturales son muchas. Puede uno ir a un concierto de jazz, una exposición, teatro, lo que sea, y normalmente hay entradas baratas. Allí la cultura es más accesible, creo. A parte de eso es un sitio muy multicultural y abierto, lo cual lo hace más interesante, la mezcla de etnias y culturas le abre a uno la mente.


El violinista David López Ibáñez.

La ciudad es muy cara, eso sí, y uno no llega siempre a descansar porque hay que trabajar mucho para llegar a cubrir los gastos de la vida allí. A veces echo de menos la tranquilidad de Andalucía, pero bueno, no se puede tener todo. Cuando estoy aquí en el pueblo también me faltan cosas de allí.

Tendemos a ver el mundo de la música clásica como un mundo elitista y, a veces, un poco alejado de los jóvenes. ¿Tienes también esta percepción? Esto es algo en lo que yo a menudo pienso. Tengo un problema con eso de que la música clásica se vea como algo elitista. Sobre todo porque no creo que los que la hacemos queramos eso, o que seamos elitistas. Somos afortunados de hacer algo que nos apasiona y compartirlo con otros, pero estos no deberían ser solo los más pudientes o los eruditos. En Alemania, el Estado financia todas las orquestas. Incluso las ciudades pequeñas (del tamaño de Alcalá, por ejemplo) tienen una orquesta. Allí hay una cultura de que todos deben tener acceso al arte y eso se consigue desde la educación, enseñando a una edad temprana a apreciarla y garantizando el acceso a todos. Pero estaría mintiendo si dijera que no me preocupa que el público tenga cada vez menos gente joven.

Tocar para orquestas como la Royal Philharmonic Orchestra o la BBC Symphony Orchesta, entrar en ese engranaje, debe ser exigente. En tu caso, ¿cómo llegas ahí? ¿Como en cualquier grupo humano, hay mucha competitividad o brilla más la camaradería? Lo es, es un entorno muy exigente. Especialmente en el Reino Unido, porque las orquestas trabajan muy rápido, no hay mucho tiempo de ensayo y no hay mucho espacio para el fallo. Son muchos años de estar en ese ambiente y hoy en día ya me he acostumbrado. Llegué a donde estoy haciendo audiciones para estas orquestas, la mayoría cuando aún estaba estudiando en el Royal College. Mi experiencia en mi orquesta, la Philharmonia, ha sido siempre de apoyo y de camaradería. Creo que precisamente por eso la orquesta suena tan bien.

Finalmente, ¿qué relación sigues manteniendo con tu Castillo de Locubín natal? A veces lo echo mucho de menos, el paisaje, el sol, la tranquilidad,  y a la familia, claro está. Me gustaría poco a poco llegar a un punto en mi vida profesional en el que tenga suficiente flexibilidad para venir más a menudo a visitar el pueblo. Me llena de orgullo poder hacer conciertos cuando vuelvo. Así le doy algo de vuelta a la comunidad donde me crié.

 

 

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