La izquierda abertzale ha responsabilizado al PSOE y su “servilismo” hacia el PP de la decisión del Tribunal Supremo de impedir la legalización de Sortu, un fallo por el que se han felicitado el Gobierno y los populares, y que deja abierta la vía de un recurso ante el Constitucional.
Un recurso sobre el que no quisieron hablar ayer por la tarde los dirigentes abertzales, mientras que el propio presidente del Constitucional, Pascual Sala, señaló que anticipar la fecha en la que este órgano podría resolver sería una “elucubración” que ha rechazado hacer.
“No habrá marcha atrás en el camino emprendido”, advirtió la izquierda abertzale en un escrito que leyeron en una rueda de prensa en San Sebastián los dirigentes Txelui Moreno y Mirian Beitialarrangoitia. “Nos costará más o menos, pero Madrid no conseguirá que en Euskal Herria cambie el rumbo”, avisaron.
Mientras, el Gobierno y el PP se han felicitado por el fallo, que, sin embargo, no ha convencido a los partidos
nacionalistas.
El vicepresidente primero y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, subrayó la satisfacción del Gobierno e insistió en que la legalidad de Sortu sólo era posible si se cumplían dos supuestos: que ETA deje de matar, “cosa que no ha ocurrido”, y que el nuevo partido “demostrara fehaciente e inequívocamente que ha roto con ETA”.
Desde Bruselas, el presidente del PP, Mariano Rajoy, se mostró “muy contento” porque “la franquicia política de ETA” no pueda concurrir a las elecciones y ha pedido al Gobierno que se aplique para evitar que lo consiga con algún “plan B”.
El lehendakari, Patxi López, por su parte, recordó a Sortu que tiene la “oportunidad” de ir al Constitucional para demostrar que rompe de forma mucho más clara con ETA.
López destacó que la decisión del Supremo, por primera vez, no ha sido unánime, lo que demuestra que “no ha sido fácil”, pero también que la izquierda abertzale “no ha sido capaz de convencer suficientemente a los tribunales” con su apuesta.
Jesús Eguiguren, presidente de los socialistas vascos, fue más allá y señaló que habría preferido la legalización de Sortu para “no poner en peligro lo que está pasando”.
En cualquier caso, Eguiguren sigue pensando que la izquierda abertzale concurrirá a los comicios de mayo y el fallo del Supremo le ayudará a movilizar a su gente.
Las mayores críticas llegaron de los nacionalistas: el portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Egibar, cree que el fallo es una “mala noticia” tras los pasos “inequívocos” que ha dado la izquierda abertzale en favor de las vías políticas y de rechazo a la violencia, incluida la de ETA.
Por su parte, el portavoz de Eusko Alkartasuna en la cámara, Juanjo Agirrezabala, cree que PSOE y PP han obtenido una “victoria pírrica” que sólo “ha retrasado” la legalización y que la izquierda abertzale estará en las urnas en mayo.
Para Aralar, el veto del Supremo “vulnera derechos civiles y políticos”, según su vicecoordinador, Jon Abril, quien
no obstante ha pedido a Sortu que mantenga la apuesta “exclusiva” por las vía política y pacífica.
Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, advirtió de que “algo tendrá que hacerse” si hay una parte de electores que nunca se verán representados en el País Vasco, y el coordinador de IU, Cayo Lara, considera un “error” el fallo y ve “razones jurídicas de peso” que podrían acreditar su “inoportunidad”.