Córdoba y Eibar empataron (1-1) en un partido en el que los blanquiverdes, que se adelantaron con un tempranero gol antes del minuto de juego, vieron cómo el equipo armero logró la igualada cuando ambos jugaban ya con diez, en la segunda parte.
A los diez segundos, Florin abrió el marcador aprovechando un despiste de Ekiza por el centro de la zaga de la SD Eibar. El rumano estuvo rápido para adelantarse al central armero y llevarse el balón con el pecho, adentrarse en el área y batir por bajo a Irureta, en el que supone el tanto más rápido de esta temporada.
El Córdoba salió en tromba para empequeñecer a un Eibar que no parecía la revelación de la temporada. A los seis minutos, Fede Cartabia probó al meta donostiarra desde la media luna y el armero paró rodilla al piso.
La intensidad de los blanquiverdes ahogaba al equipo de Gaizka Garitano que no se acercó hasta el área de Juan Carlos hasta que se superó el cuarto de hora de juego y no llegó a tirar a puerta.
Los pupilos de Djukic jugaban con una marcha más que un rival que no metía la quinta como le pidió su técnico en la previa, de ahí que se marchara abajo en el marcador al descanso.
Tras el paso por los vestuarios, Garitano cambió a un desacertado Ekiza por Añibarro. Los primeros minutos tras la reanudación estuvieron marcados por las tarjetas que acabaron dejando a los dos equipos con diez jugadores. Primero se fue a la calle Campabadal por doble amarilla y tres minutos después el expulsado fue Piovaccari con una injusta roja directa.
El Eibar estaba creciendo y éstas acciones le lastraron. El Córdoba se recompuso algo y tuvo dos buenas oportunidades en dos minutos en las botas de Florin y Fede Cartabia. Ambos fueron egoístas y la sentencia se fue al limbo.
En la jugada siguiente empató la SD Eibar con un gran cabezazo de Arruabarrena que acababa de ingresar al terreno de juego. El centro de Saúl Berjón desde la derecha del ataque vasco fue perfecto y la pasividad de los zagueros califales también para que el nueve armero rematara sin oposición entrando desde atrás.
Al Córdoba le costó levantarse, aunque volvió a hacerse con las riendas del partido. A cinco del final un cabezazo de Borja García salió desviado por poco. Pero la mejor ocasión llegó con el tiempo cumplido con un dócil cabezazo de Crespo que se topó con Irureta. El Córdoba mereció ganar pero que no supo matar el partido en su momento.
